Nueva York, 8 sep (EFE).- La historia del tenis vuelve a abrir sus puertas para Novak Djokovic. El genio serbio (2), que pasó por encima este viernes del joven estadounidense Ben Shelton (47), jugará este domingo la final del Abierto de Estados Unidos y está a un solo paso de igualar el legendario récord de Margaret Court en ‘grand slam’.
Djokovic y Serena Williams son los dos tenistas con más ‘grandes’ de la Era Open con 23 títulos, pero el de Belgrado busca alcanzar con un triunfo en el Abierto de EE.UU. a Court, que tiene el récord absoluto con 24.
‘Nole’ se topó con el español Carlos Alcaraz en la pasada final de Wimbledon pero tendrá una nueva oportunidad de conquistar su corona número 24 en su regreso a Nueva York tras haberse perdido el Abierto de EE.UU. de 2022 por no estar vacunado contra el coronavirus.
A sus 36 años, Djokovic vive un momento magnífico e impresionante, tanto que se ha clasificado para las cuatro finales de los cuatro ‘grand slam’ de 2023 (ya lo hizo en 2015 y 2021) y la próxima semana recuperará el número uno de la ATP.
Campeón en el Abierto de Australia y Roland Garros este año, Djokovic se medirá en la final de Nueva York con el ruso Daniil Medvedev (3) o con Alcaraz (1), con quien ha protagonizado duelos memorables en este 2023 como el ya mencionado de Wimbledon o la final del Masters 1.000 de Cincinnati (triunfo para el serbio).
En semifinales, Djokovic no dio ninguna opción a la sorpresa del torneo, un Shelton que, con 20 años, se vio sobrepasado y solo pudo oponer resistencia en la tercera manga.
El triunfo fue tan indiscutible como contundente: un 6-3, 6-2 y 7-6(4) en dos horas y 40 minutos.
“Este es el tipo de partidos y de ocasiones en los que todavía me crezco, que todavía me mantienen en marcha, que me inspiran a levantarme cada día para intentar trabajar tan duro como los jóvenes”, afirmó el serbio sobre la pista.
También dijo que “la disciplina lo es todo” a estas alturas de su carrera y aseguró que aún tiene gasolina en el tanque para una nueva final de ‘grand slam’.
Djokovic dejó además una imagen llamativa y controvertida al celebrar su triunfo con el gesto de colgar un teléfono, una imitación del mismo gesto que había usado Shelton para festejar su pase a las semifinales.
Frente al estadounidense, que aparecía en su primera semifinal de un ‘grand slam’, Djokovic disputó su partido número 100 en el Abierto de EE.UU (solo tres hombres más habían llegado a esa cifra), compitió en su semifinal número 47 en un ‘grande’ (récord histórico) y se clasificó para su décima final en Nueva York (iguala la marca de Bill Tilden).
Triple campeón en Flushing Meadows, Djokovic no pierde una semifinal de un ‘grand slam’ desde su derrota ante el austriaco Dominic Thiem en el ya lejano Roland Garros de 2019.
Y por si todas estas estadísticas y precedentes no fueran suficientes para desmoralizar a Shelton, ‘Nole’ llevaba 30 victorias seguidas (ahora 31) en sus duelos contra tenistas estadounidenses.
RECITAL DE DJOKOVIC
Tras varios días de agobiante y asfixiante calor húmedo en Nueva York, el tiempo cambió este viernes con un ambiente nublado y de tormenta -aunque todavía caluroso- que llevó a los responsables del torneo a cerrar la cubierta del Arthur Ashe Stadium.
Sin embargo, los verdaderos truenos cayeron en la pista de la mano de Djokovic.
Tremendamente firme y con la precisión de un cirujano, Djokovic tomó las riendas de este enfrentamiento entre experiencia y juventud desde el principio y ya no las soltó hasta que se vio con el billete a la final en la mano.
Tras unos primeros juegos de tanteo y dominio de los servicios (3-2), Djokovic aprovechó varios errores de Shelton para conseguir el primer ‘break’ y allanar el camino en el primer set.
Zurdo y con un saque muy potente (esta semana bordó un ‘ace’ de casi 240 kilómetros por hora), Shelton pasa por ser un tenista impetuoso, agresivo, con un punto descarado y siempre dispuesto a soltar el brazo en busca de golpes ganadores.
Esta osada -o temeraria- estrategia le salió cruz en el primer set, en el que se estrelló con 15 errores no forzados (cuatro de Djokovic) por solo seis golpes ganadores (cinco del balcánico).
Muy seguro con su saque y convencido de que la paciencia y la solidez eran la clave, Djokovic solo tuvo que salvar una opción de ‘break’ de Shelton antes de cerrar el set en 35 minutos.
“Sigue luchando”, le decía a Shelton su padre y también entrenador, Bryan Shelton.
Pero la segunda manga fue un calco de la anterior con numerosas concesiones del joven de Atlanta ante un Djokovic invulnerable y con la confianza por las nubes desde el fondo de la pista.
Shelton, cada vez más frustrado y precipitado con su tenis, cometió 12 errores no forzados en el segundo set y vio cómo Djokovic neutralizaba una de sus armas principales, su saque (solo cinco ‘aces’ del estadounidense en todo el encuentro).
Como en el primer set, Djokovic rompió el saque de su contrincante a mitad de manga y después lo finiquitó con otro ‘break’ en el tramo final y se colocó a solo un set de la final tras solo 78 minutos de partido.
Mucho más interesante fue el tercer set, en el que Shelton no se vino abajo tras perder el saque en el primer juego y sumó su primer ‘break’ de la tarde para mantenerse con vida (4-4).
La grada del Arthur Ashe Stadium se volcó con su compatriota, que se creció por momentos mientras Djokovic, quizá relajado en exceso, mostró sus únicas dudas de la tarde.
Tanto cambió la dinámica que Shelton llegó a tener un punto de set al resto.
Pero pasado ese tramo de inesperadas turbulencias, Djokovic, que desperdició un punto de partido con 6-5, recuperó la compostura en el ‘tie break’ para someter a su rival (43 errores no forzados en todo el encuentro) y sellar su pase a la final.