Los Ángeles, 23 ago (EFE).- Una junta escolar en Texas aprobó varias medidas que limitan las formas en que los maestros pueden hablar a sus estudiantes sobre raza, género y sexualidad y que, según defensores de los derechos civiles, violan la Primera Enmienda de la Constitución de Estados Unidos.
Con una votación de 4 a 3, el Distrito Escolar Independiente de Grapevine-Colleyville (GCISD), una zona cercana a Dallas, aprobó la noche del lunes el conjunto de medidas, que han sido criticadas por la Unión Estadounidense de Libertades Civiles (ACLU) de Texas.
Una de las medidas indica que los maestros y empleados del distrito no se verán obligados a dirigirse a los estudiantes con pronombres que coincidan con su identidad de género, incluso si un padre lo pide.
La medida dice que “el distrito no promoverá, exigirá ni alentará el uso de títulos o identificadores de pronombres para estudiantes, maestros o cualquier otra persona de ninguna manera que sea inconsistente con el sexo biológico de dicha persona” como se indica en el certificado de nacimiento.
Y si un estudiante, padre o tutor legal pide al maestro que se dirija al estudiante con pronombres que coincidan con su identidad de género, la política del distrito deja a la “discreción” del maestro la decisión.
La junta también estableció reglas para los baños de ocupación múltiple o vestuarios, que deberán ser designados y utilizados sólo por personas “en función del sexo biológico” que tengan.
También se evitará que materiales considerados por la junta como “inapropiados” sean incluidos en las bibliotecas.
Otra de las medidas restringe la autoridad de los maestros y administradores para “enseñar, instruir, defender, promover o discutir cualquier idea” que tienen alguna relación o referencia a “ideologías de discriminación sistémica”.
En una declaración, ACLU de Texas calificó las medidas aprobadas de “políticas atroces”.
La organización, que había encabezado una campaña para evitar la aprobación de las mediadas, dijo que está políticas traen a Texas la reglas de “No digas gay” de Florida.
ACLU argumenta que las políticas aprobadas “restringen el acceso de los estudiantes a una educación inclusiva, violando sus derechos de la Primera Enmienda”.
En declaraciones al periódico The Dallas Morning News, el presidente de la junta de GCISD, Casey Ford, dijo hoy que las políticas aprobadas “son un reflejo de la ley de Texas y los valores de la comunidad”.