Ciudad de México, 10 sep (EFE).- Un grupo de manifestantes, que se oponen a la reforma judicial en México, irrumpieron este martes, entre agresiones, en el Senado mexicano para intentar frenar la inminente aprobación por parte del oficialismo de la elección de jueces por voto popular, mientras los legisladores se trasladan a una sede alterna para continuar la sesión legislativa.
El presidente de la Cámara alta del Congreso mexicano, Gerardo Fernández Noroña avisó a los legisladores que la sesión se trasladará a la casona de Xicotencátl, antigua sede del Senado, para continuar con la discusión y aprobación de la reforma judicial en punto de las 19:00 hora local (01:00 horas GMT del miércoles).
Antes, el grupo de opositores, identificados como trabajadores del Poder Judicial, quienes mantienen un paro de labores desde hace casi tres semanas en protesta por esta reforma, burló la seguridad del recinto legislativo ubicado en las principales avenidas de Paseo de la Reforma e Insurgentes en la capital mexicana.
El disturbio estuvo acompañado de empujones, el uso de extintores para disuadir a los manifestantes por personal identificado como Protección Civil en el recinto legislativo y el posterior lanzamiento de los mismos entre la multitud.
Los manifestantes, que se oponen a la reforma que impulsa la elección de jueces, magistrados y ministros de la Suprema Corte de justicia de la Nación (SCJN), accedieron hasta el Pleno del Senado, donde gritaron consignas y reventaron la sesión en curso, por lo que la Mesa Directiva de la Cámara alta anunció la suspensión indefinida de la discusión.
No obstante, ante el anuncio de que los legisladores se trasladarán hacia la antigua sede del Senado, los trabajadores del Poder Judicial abandonaron la Cámara alta y procedieron a dirigirse hacia la antigua sede del Senado mexicano.
En este lugar, ubicado en el centro histórico de la Ciudad de México, a pocos kilómetros del Palacio Nacional, donde vive el presidente Andrés Manuel López Obrador, el principal promotor de la reforma, las autoridades ya tienen cercado un perímetro para evitar que se repita el mismo suceso.
La reforma judicial impulsa la elección de juzgadores por el voto popular, así como un órgano disciplinario para vigilar las sentencias que emitan los impartidores de justicia mexicanos, lo que ha levantado advertencias por vulnerar la independencia judicial, la democracia mexicana y la división de poderes.