Washington, 14 oct (EFE).- “Houston, tenemos un problema”, pensaron los responsables del Museo Nacional del Aire y el Espacio de Washington cuando en 2018 tuvieron que comenzar las obras de restauración del edificio. Ahora, el museo abre por fin sus puertas renovado y listo para despegar como el más popular de la capital estadounidense.
A partir de este viernes, el traje espacial de Neil Armstrong y una nave de la saga cinematográfica “Star Wars”, entre otras reliquias, estarán expuestas para los visitantes de este museo del Instituto Smithsonian que, sin embargo, solo abrirá por ahora una parte del edificio.
UNA REAPERTURA DESEADA
“El Museo del Aire y del Espacio ha sido siempre uno de los más visitados de la ciudad, del país y del mundo gracias a la conexión entre las personas y los objetos expuestos. Ha sido inmensamente popular y esperamos que siga siendo así”, explicó a EFE Jeremy Kenny, comisario de la instalación, antes de la apertura.
Ubicado en el National Mall de Washington, la gigantesca explanada que alberga la Casa Blanca, el Capitolio y el Memorial de Abraham Lincoln, este museo fue inaugurado en 1946 y, desde entonces, ha recibido más de 350 millones de visitantes atraídos por sus aviones y artefactos espaciales.
El edificio tuvo que cerrar sus puertas para una profunda remodelación que inició en 2018, cuando su éxito era abrumador, pues solo ese año recibió 6,2 millones de personas, siendo el quinto museo más visitado del mundo.
Desde entonces ha abierto de forma intermitente, pero a partir de hoy se puede visitar de forma definitiva el ala oeste del museo, que cuenta con 14 nuevas exposiciones. La zona central del edificio no abrirá hasta 2023 y para el ala este habrá que esperar a 2024, cuando los visitantes podrán disfrutar de 23 nuevas exhibiciones.
“Un visitante que haya estado antes en el museo, se sentirá en un lugar familiar, pero todo lo que verá es nuevo o ha sido reinterpretado”, afirmó el curador, quien anticipó que esperan “grandes multitudes” de personas.
DEL PRIMER AVIÓN HASTA LA NAVE DE SKYWALKER
El ala oeste cuenta con cientos de objetos nuevos, como el avión T-38 que utilizó la piloto estadounidense Jackie Cochran cuando se convirtió en 1953 en la primera mujer en romper la barrera del sonido.
También el Sharp DR 90 Nemesis, diseñado por Jon Sharp, que fue el avión de carreras más exitoso en la década de 1990; así como el biplano acrobático del famoso aviador Sean Tucker, el Aviation Specialties Unlimited Challenger III.
Un museo aeroespacial que se precie no podía obviar el universo “Star Wars”, por ello la muestra ha adquirido la nave X-Wing Starfighter que aparece en “Star Wars: The Rise of Skywalker” y que ha sido prestada por Lucasfilm.
Además, los más nostálgicos podrán volver a gozar de las grandes reliquias que hicieron famoso el museo: el módulo de mando del Apolo 11, la primera misión tripulada en llegar a la Luna, en 1969, y el traje con el que Armstrong hizo historia al pisar el cuerpo celeste.
También vuelve a estar expuesto el Wright Flyer, con el que los hermanos Willbur y Orville Wright alcanzaron en 1903 el hito del primer vuelo sostenido bajo el control total del piloto.
“La razón número uno para venir al Museo del Aire y el Espacio es ver los objetos icónicos que hablan sobre el viaje de la Humanidad a través de la atmósfera y del más allá”, subrayó Kenny.
Y no solo reliquias. También cuenta con un planetario renovado y nuevas tecnologías para ofrecer experiencias más inmersivas.
DESPEGA EL INTERÉS POR EL ESPACIO
“Es un gran lugar para visitar en familia. Permite a todas las generaciones aprender cosas nuevas a inspirar a los jóvenes a emprender sus carreras en la industria aeroespacial”, dijo el comisario.
Precisamente, el museo reabre sus puertas en un momento en el que la carrera espacial vuelve a estar a la orden del día.
Mientras multimillonarios como el fundador de Amazon, Jeff Bezos, exploran el suculento negocio de los viajes tripulados al espacio, la NASA prepara el regreso del hombre a la Luna con su misión Artemis y acaba de completar con éxito una operación para desviar un asteroide con un impacto.
“Los últimos vuelos comerciales al espacio han generado un gran impulso y entusiasmo. También la NASA con la misión Artemis. Así que hay mucho interés”, confirmó el curador.
Son experiencias que también están recogidas en esta galería que, de forma escalonada, reabre sus puertas. Un pequeño paso para el museo, pero un gran paso para el turismo.
Eduard Ribas i Admetlla