Los Ángeles (EE.UU.), 19 nov (EFE).- Una corte de apelaciones ha suspendido este miércoles temporalmente la orden de una jueza federal que restringía el uso de la fuerza por parte de los agentes migratorios en las redadas en Chicago.
El Séptimo Circuito de Apelaciones se refiere en concreto a la medida cautelar emitida el pasado 6 de noviembre por la jueza federal Sara Ellis, que prohibía ciertas técnicas de control de disturbios, como el gas lacrimógeno, contra manifestantes pacíficos y periodistas.
Los magistrados de apelaciones han afirmado en su fallo que la orden de Ellis es “excesivamente amplia”. No obstante, advirtieron que no se debe sobreinterpretar la decisión emitida hoy.
El fallo de la jueza Ellis respondió a una demanda que alega el uso excesivo de la fuerza por parte de los agentes federales en su operativo de control migratorio en el área de Chicago, que vulneran sus derechos constitucionales.
La querella legal documentó casos en los que agentes de la Patrulla Fronteriza usaron fuerza contra residentes, incluidos manifestantes y personas en oración, en aparente violación de la Primera Enmienda y de una orden previa que prohibía el uso de gas lacrimógeno y otros métodos contra quienes no representaban una amenaza inmediata.
La jueza en su orden también añadió la obligación de que los agentes utilicen cámaras corporales durante sus operaciones.
Desde principios de octubre, los agentes federales han usado gas lacrimógeno y balas de pimienta en al menos siete ocasiones, sin advertencias previas ni cumplimiento de la orden judicial.
Ellis afirmó que el gobierno mintió bajo juramento, y que la conducta violenta de los agentes en el área metropolitana de Chicago no muestra indicios de detenerse o moderarse.
Agregó que los videos de las cámaras corporales de los agentes, presentados por el ICE, no coinciden con lo que el DHS alega que ocurrió en varios incidentes de los últimos dos meses.
La jueza señaló que los vídeos mostraban un claro uso excesivo de la fuerza contra los manifestantes durante los operativos de control migratorio, tanto en el centro de detención del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE, en inglés) en Broadview, como en las calles del área de Chicago, con el lanzamiento de gases lacrimógenos sin previo aviso, lo que provocó escenas de caos.


