Miami, 12 sep (EFE).- Un tribunal de apelaciones de EE.UU. se negó a escuchar una impugnación legal contra un pacto multimillonario firmado en 2021 por Florida con la tribu Seminola que expandía los juegos de azar, una decisión que abría además las puertas a las apuestas deportivas virtuales en el estado.
En junio pasado, un panel de tres jueces del Tribunal de Apelaciones del Distrito de Columbia, el mismo que este lunes denegó una solicitud de impugnación de dos compañías competidoras de los Seminolas, revocó una decisión de noviembre de 2021 de un juez federal que había bloqueado el acuerdo del estado de Florida con esta tribu.
Los propietarios del Magic Casino, del condado de Miami-Dade, y de Bonita Springs Poker Room, en el suroeste del estado, habían impugnado el acuerdo de apuestas deportivas y solicitado a dicha corte una nueva audiencia, una petición que los jueces rechazaron este lunes sin dar más detalles, recogió el canal 6 South Florida.
El gobernador de Florida, el republicano Ron DeSantis, y el presidente de la tribu Seminola del estado, Marcellus Osceola, habían firmado en 2021 un acuerdo de juego por una duración de 30 años que incluía otorgar a la tribu el control de las apuestas deportivas.
Un acuerdo que fue demandado en tribunales por Magic City y Bonita Springs con el argumento de que el plan de apuestas deportivas violaba la ley federal y causaría un “impacto significativo y potencialmente devastador” en sus operaciones.
El polémico pacto firmado por el estado que autorizaba a la tribu de los seminolas, propietaria de un famoso casino y hotel cerca de Miami, a manejar apuestas deportivas, añadiría a las arcas estatales un mínimo de 2.324 millones de euros en los próximos cinco años.
Para DeSantis, la aprobación de este “histórico pacto de juegos” aprobado por el Gobierno federal era un “gran negocio para el estado”.
Pero, en 2021, el juez Dabney Friedrich falló en un tribunal de Washington contra el nuevo pacto de apuestas deportivas.
Friedrich señaló en noviembre de ese año que el acuerdo violaba la Ley Federal de Regulación del Juego Indígena porque permitía que las apuestas se realizaran en línea desde cualquier lugar del estado.
El magistrado señaló entonces en su dictamen que la ley de juegos requiere que cualquier modalidad autorizada por el estado se lleve a cabo en tierras tribales, por lo que calificó de “ficción” la explicación de que los servidores informáticos que procesan las apuestas están ubicados en zonas de la tribu.
Los detractores del pacto sostienen que cierto componente de las apuestas deportivas “móviles” del pacto es inconstitucional.
Entre las voces discrepantes con el pacto destaca la de No Casinos.org, una organización sin ánimo de lucro para la que este acuerdo abre la puerta a “la mayor” expansión de los juegos de azar en la historia de Florida “convirtiendo cada teléfono móvil en una tragaperras (tragamonedas)”.
Gary Bitner, portavoz de los Seminolas, dijo hoy que la tribu estaba “complacida” con la decisión del tribunal de apelaciones de no conceder la audiencia, aunque no aclaró si la tribu planeaba comenzar a aceptar apuestas nuevamente en la aplicación en línea, añadió el citado medio.
Además de darle a los Seminolas control sobre las apuestas deportivas en línea, el pacto permite a la tribu ofrecer juegos de dados y de ruleta en sus casinos, así como agregar tres casinos en propiedades tribales en el condado de Broward.
A cambio, la tribu se comprometió a pagar al estado de Florida un mínimo de 2.500 millones de dólares durante los primeros cinco años y posiblemente miles de millones de dólares más durante el pacto de tres décadas.