Washington, 10 may (EFE).- El Congreso y el Gobierno de Estados Unidos se emplazaron este martes a trabajar conjuntamente para sacar adelante legislación que regule las llamadas criptomonedas estables, cuyo valor está respaldado por activos físicos, antes de que termine este año.
En una intervención ante el Senado, la secretaria del Tesoro estadounidense, Janet Yellen, aseguró que el país necesita un marco federal “consistente” para este tipo de divisas, creadas para reducir la enorme volatilidad de las criptomonedas “tradicionales” como el bitcóin o el ether.
“¿Cree que podríamos tener como objetivo aprobar la legislación este año?”, le preguntó el senador conservador por Pensilvania Pat Toomey, el republicano de mayor rango del comité Bancario, de Vivienda y de Asuntos Urbanos del Senado.
“Creo que eso sería muy acertado”, respondió Yellen, quien recordó que el presidente de EE.UU., Joe Biden, ya ha pedido al Congreso que avance en este sentido.
“Este es un producto (las criptomonedas estables) que está creciendo muy rápido y presenta riesgos para la estabilidad del sistema financiero”, apuntó Yellen.
La secretaria se refirió a esta cuestión durante su testimonio anual ante el comité que ejerce de supervisor de estabilidad financiera, en el que también habló sobre la posibilidad de que el Tribunal Supremo de Estados Unidos revoque en los próximos meses la sentencia que protege el derecho al aborto a nivel federal.
Según Yellen, una decisión así dejaría a las mujeres desamparadas y más vulnerables financieramente, lo que a su vez reduciría su presencia en el mercado laboral y agudizaría todavía más la escasez de mano de obra que vive el mercado laboral estadounidense.
Este argumento desató la ira del senador republicano por Carolina del Sur Tim Scott, quien tildó de “sorprendente” y “cruel” que la secretaria del Tesoro enmarque una cuestión como el aborto en términos de participación en la fuerza laboral.
Yellen respondió poniendo como ejemplo el impacto sobre las mujeres “de color” y con pocos recursos, quienes aseguró que serán las más afectadas si se revoca el derecho al aborto, y Scott -de raza negra- le recriminó que, como hijo de una mujer negra y pobre, da “gracias a Dios” de que su madre decidiese no poner fin a su vida.