Miami (EE.UU.), 16 may (EFE).- Congresistas demócratas de Estados Unidos pidieron una investigación federal por el presunto desvío de 10 millones de dólares de recursos públicos del estado a la fundación Hope Florida, organización benéfica dirigida por Casey DeSantis, esposa del gobernador, el republicano Ron DeSantis.
Los legisladores federales Darren Soto y Kathy Castor, ambos de Florida, enviaron una carta, disponible este viernes, para “urgir una indagatoria” a la inspectora general interina del Departamento de Salud estadounidense, Juliet Hodgkins, y al administrador de los programas Medicare y Medicaid, Mehmet Oz.
Los demócratas señalaron que una “reciente investigación partidista” de la Legislatura local y reportes en la prensa, como el Miami Herald, indican que el gobernador entregó 10 millones de dólares de dinero público a Hope Florida.
Este dinero, sostienen, provino de un acuerdo extrajudicial del Gobierno estatal con la empresa Centene por un caso legal sobre la Agencia para la Administración de la Atención Médica de Florida (AHA).
Después, 8,5 millones de dólares de este acuerdo se transfirieron de Hope Florida a un comité de acción política (PAC, en inglés), que también donó dinero al Partido Republicano de Florida, según escribieron los legisladores.
“La malversación de dólares de Medicaid requiere una investigación inmediata. Estos son recursos que le pertenecen por derecho a los contribuyentes estatales para servir a los ciudadanos que dependen de Medicaid, incluyendo niños, embarazadas, y vecinos con discapacidad”, escribieron los congresistas.
La polémica creció tras revelarse la renuncia el miércoles de James Holton, presidente de la organización Save Our Society From Drugs (salvemos nuestra sociedad de las drogas), porque la directora de la asociación, Amy Ronshausen, aceptó 5 millones de dólares de la fundación de DeSantis, pero no reportó el gasto.
En medio de la controversia, el gobernador y la primera dama hicieron esta semana un evento para defender a Hope Florida, que tiene el objetivo de reducir la dependencia de las personas de bajos ingresos de la ayuda gubernamental, según su acta de conformación.
“Hope Florida es una historia de éxito. Reinventa la forma en la que el gobierno ayuda a aquellos con necesidad al conectarlo con ayuda disponible en nuestras comunidades. Es una alternativa conservadora al Estado de bienestar”, aseveró el mandatario.
La entrega de estos recursos ha elevado los cuestionamientos al Gobierno de DeSantis, incluso de algunos republicanos, pues la ley de Florida exige que los dineros entregados por acuerdos se coloquen en un fondo fiduciario estatal o en el fondo de ingresos generales, donde los legisladores determinan cómo se puede gastar.