San Diego (CA), 2 jun (EFE).- Congresistas y funcionarios en California calificaron este lunes como “un grave error” el operativo del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE) en uno de los restaurantes más conocidos de San Diego, donde los agentes se presentaron armados, lo que derivó en caos y tensión con los comensales.
“Fue un grave error; no era ni el lugar ni el momento adecuado para hacer un operativo de esa manera”, dijo el congresista Juan Vargas al referirse a la redada de agentes de ICE la tarde del viernes pasado en el restaurante italiano Enoteca Buona Forchetta.
El legislador demócrata detalló que el restaurante familiar en una zona residencial estaba lleno de comensales cuando agentes enmascarados que portaban armas tácticas y de largo alcance “irrumpieron para detener a un trabajador que limpia mesas porque no tenía identificación a la mano”.
Los agentes detuvieron en la redada a tres trabajadores mexicanos, pero todos los presentes los confrontaron y, mientras los oficiales se replegaban a sus vehículos, los clientes del restaurante los siguieron mientras les gritaban que se fueran y filmaban con celulares las imágenes que se volvieron virales.
En respuesta, los agentes de ICE lanzaron dos granadas de humo para tratar de dispersar, lo que molestó aún más a los clientes del restaurante.
Para muchas familias en áreas cercanas al centro de San Diego ese restaurante es una tradición, de acuerdo con su gerencia que, después de la redada, decidió cerrar dos días ese y otras sucursales en los condados de San Diego y Orange (California).
El congresista Scott Peters criticó que, lejos de cumplir la promesa de enfocarse en detener a indocumentados criminales, a los agentes de ICE se les ordenó un operación con armas tácticas “para detener a una persona que limpia las mesas, a un mesero y a un ayudante de cocinero”.
Vargas, la congresista Sara Jaciobs y el alcalde de San Diego, Todd Gloria, informaron que se comunicaron con la jefatura local de la oficina de Investigaciones de Seguridad Interior (HSI) de la que dependen los agentes de ICE y que respondió sin retrasos las llamadas e informó que era una operación ordenada desde Washington.
“He conocido a lo largo de los años a muchos agentes del ICE y estoy seguro que a ellos no les gustaría participar en un acción como la que vimos el viernes”, dijo Vargas, “fue un intento de intimidación que salió mal, el tipo de intimidación que vamos a responder”.
Jacobs dijo por su parte que fue parte de una orden del asesor Stephen Miller de hacer 3.000 arrestos en promedio diario.
Pero los congresistas dijeron que si los agentes arrestan a alguien que no ha cometido delito alguno, en esa detención ya violan la ley, pues faltan a la Cuarta Enmienda de la Constitución que garantiza la seguridad ante situaciones como esa.
Los legisladores llevaron a cabo una conferencia y una protesta ante la corte federal en San Diego, porque fue la que autorizó la operación en el restaurante italiano, y responsabilizaron a dicho tribunal del caos desatado.