Ciudad de México, 9 oct (EFE).- Comunidades del pueblo maya y organizaciones civiles demandaron este miércoles una declaratoria de emergencia socioambiental para la península de Yucatán, en el sureste de México, por las afectaciones al territorio, ecosistemas y vida de la población provocadas por megaproyectos, como el Tren Maya, emblema del Gobierno del expresidente Andrés Manuel López Obrador.
Representantes de comunidades mayas de los estados de Yucatán, Campeche y Quintana Roo, que integran la citada península, informaron en una rueda de prensa que declararon la región como “zona de emergencia socioambiental”, valiéndose de su derecho a la autodeterminación de los pueblos indígenas.
Por ello, exigieron al Gobierno de la presidenta Claudia Sheinbaum implementar medidas urgentes para detener las graves afectaciones al ambiente provocadas por “un modelo de desarrollo” que ha causado deforestación, contaminación del agua y muerte masiva de abejas, entre otras problemáticas, que afirmaron, han incrementado en los últimos años.
“Usando el derecho que nos pertenece como pueblos indígenas a una autodeterminación, a tener la soberanía alimentaria, a ser autónomos, soberanos, a organizarnos como nosotros decidamos de acuerdo a los usos y costumbres, hoy venimos para declarar como zona de emergencia socioambiental a nuestro territorio peninsular maya”, expuso Claudia Cob, representante del pueblo maya en Chocholá, al poniente de Yucatán.
“También exigimos a las instancias federales, a las instituciones, que se cumpla esta exigencia, porque nuestro pueblo está viviendo en verdad grandes atropellos a nuestros derechos al ambiente”, agregó Cob, quien se dedica a la apicultura.
La apicultora alertó de que las granjas porcícolas y avícolas “están afectando gravemente las actividades ancestrales que se hacían” en la región, así como a los polinizadores, como las abejas que se están extinguiendo.
Asimismo, advirtió de que las industrias e inmobiliarias están acaparando los despojos y “saqueando a los pueblos originarios de su territorio”, ocasionando desigualdad y problemas sociales.
En un comunicado de la Alianza Maya por las Abejas y la ONG medioambiental Greenpeace, los denunciantes avisaron que presentaron un documento con sus demandas al Gobierno para frenar la crisis, “resultado de la implementación de diversos megaproyectos que se desarrollan en la península y que, de manera conjunta, están generando una crisis socioambiental sin precedentes cuyos resultados pueden ser irreversibles”.
Entre estos proyectos, incluyeron al Tren Maya, obra insignia del oficialismo para detonar el desarrollo del sureste del país, por “la destrucción de los cenotes y deforestación de millones de árboles”.
Así como “el establecimiento de cerveceras que secan y salinizan nuestro manto freático” y la existencia de más de 800 “fábricas de cerdos y aves”, muchas funcionando sin manifestaciones de impacto ambiental, que contaminan el agua, generan pérdida forestal y contaminación de apiarios, denunciaron.
Además, advirtieron que “el crecimiento sin control de las concesiones para la explotación de minas” y la expansión inmobiliaria “que se apropia de la costa peninsular” reduce sus comunidades “a colonias de las grandes ciudades y que solo puede entenderse gracias a la colusión de las instituciones agrarias que permite la venta y despojo de ejidos”.