Tucson (AZ), 14 feb (EFE). – El juicio contra Christopher Matthew Clements, quien enfrenta cargos por el secuestro y asesinato de la niña hispana de seis años Isabel Celis, quien desapareció de su hogar en abril de 2012, comenzó hoy en la Corte del Condado de Pima en Tucson.
Durante los acalorados argumentos iniciales, la fiscal del caso, Tracy Miller, dijo que la desaparición y la muerte de Isabel ha sido una “pesadilla” para su familia.
Isabel desapareció de su habitación mientras su padre y su hermano se encontraban en la misma casa. Su madre, enfermera de profesión, se encontraba trabajando esa noche.
En su momento la desaparición de la menor causó gran conmoción entre los residentes de Tucson, quienes se volcaron tratando de ayudar a las autoridades y la familia en la ubicación de la niña.
Inclusive se inició una búsqueda en territorio mexicano ante el temor de un posible secuestro.
Miller dijo al jurado, integrado por nueve hombres y seis mujeres, que la novia de Clements en ese momento, Melissa Stark, dijo durante las investigaciones que encontró un papel en el jardín de su casa con el nombre de Isabel.
La fiscal aseguró que después del secuestro de Isabel la señal del teléfono celular del acusado pudo ser rastreada al mismo lugar donde se encontraron los restos de la niña en un apartado lugar del desierto en 2017.
Fue el mismo Clements quien dijo a las autoridades dónde se encontraba el cuerpo para llegar a un acuerdo sobre un caso criminal no relacionado. Pero nunca admitió haberla matado pese a saber dónde estaban sus restos.
En 2018 Clements fue arrestado no sólo por el secuestro y la muerte de Isabel sino también por la muerte de Maribel Gonzáles, una menor de 13 años que desapareció en el 2014 cuando se dirigía a la casa de una amiga en Tucson.
Clements enfrentó un juicio el año pasado por la muerte de Maribel y fue sentenciado a prisión de por vida. Previamente había sido sentenciado por robo en el condado de Maricopa.
En la audiencia de hoy, la defensa de Clements dijo al jurado que el responsable de la muerte de Isabel fue su padre, Sergio Celis.
La defensa argumenta que no hay forma de que alguien entrara a la casa y que nadie escuchara ruido alguno. También llamó la atención sobre el hecho de que el padre esperó entre 15 y 20 minutos para llamar al número de emergencias 911, y que durante la llamada se le puede escuchar relativamente tranquilo.
El juicio está programado para terminar el 9 de marzo, pero la fiscalía dijo a la corte que podría concluir antes.
En este caso, Clements enfrenta una posible nueva sentencia de cadena perpetua.