Washington, 3 oct (EFE).- El juicio por sedición a varios miembros del grupo de extrema derecha Oath Keepers (guardianes del juramento, en inglés), incluido su fundador, Stewart Rhodes, por su papel durante el asalto al Capitolio del 6 de enero de 2021 comenzó este lunes en Washington con el inicio de los argumentos orales.
Rhodes, líder del grupo, y cuatro de sus miembros están acusados de conspirar para tratar de detener mediante la fuerza la confirmación de la victoria electoral de Joe Biden en las elecciones presidenciales de 2020, en las que el demócrata le arrebató la Presidencia a Donald Trump.
Según la acusación, los cinco integrantes guardaron armas, munición y granadas de mano en un hotel cercano a la capital estadounidense con el objetivo de “impedir a varios congresistas certificar las elecciones”, dijo el fiscal Jeffrey Nestler.
Para Nestler, este simple hecho, más allá de que existan o no acuerdos verbales o por escrito, es suficiente para ameritar la acusación de conspiración para cometer sedición.
En su declaración, el fiscal describió a los integrantes del grupo como “líderes” bien organizados de la marabunta de personas que ese día asaltó la sede del poder legislativo.
Durante el ataque, que dejó cinco fallecidos y más de 140 agentes heridos, Rhodes se mantuvo fuera del edificio supervisando la operación, mientras que otro de los acusados, Kelly Meggs, encabezó un grupo de 14 personas hasta el interior del Capitolio, donde se dividieron en dos grupos de siete, uno dirigido al Senado y el otro a la Cámara de Representantes.
La defensa de Rhodes, por su parte, trató de convencer al jurado de que los grupos de integrantes armados de los Oath Keepers que había apostados en hoteles alrededor de Washington no tenían intención de impedir la confirmación de Biden, sino de “reaccionar” en el caso de que Trump les pidiera intervenir.
Esa petición, que según el grupo el presidente podía realizar en virtud de una norma de 1807 que permite al comandante en jefe de las Fuerzas Armadas pedir a grupos paramilitares ciudadanos hacer cumplir la ley, habría estado destinada a proteger a personajes “de alto nivel” que habían acudido a la manifestación frente al Capitolio, según el abogado Phillip Linder, que representa a Rhodes.
Trump nunca llegó a hacer esa solicitud, sin embargo, y Linder aseguró que su cliente ni siquiera trató de pedirle al entonces presidente, a través de un intermediario, que invocara la norma de 1807 -aunque un integrante del grupo, que se ha declarado culpable de conspiración, ha asegurado que escuchó a Rhodes pedir repetidamente a un interlocutor desconocido que Trump interviniera.
La acusación consideró que los integrantes del grupo tenían pensado usar la fuerza para impedir la confirmación de Biden independientemente de lo que dijera Trump.
Los Oath Keepers son una organización poco estructurada vinculada a las milicias ciudadanas y que, aunque acepta a cualquiera como miembro, centra sus tareas de reclutamiento en exmilitares, policías y personal de primeros auxilios.
El juicio en el Tribunal Federal de Distrito de Washington está previsto que dure entre cuatro y seis semanas, y es el primero de varios contra grupos de extrema derecha por acciones antigubernamentales en el contexto del asalto al Capitolio.