Washington, 17 ene (EFE).- El ministro británico de Exteriores, James Cleverly, apuntó este martes que es el momento de intensificar la ayuda militar a Ucrania, pese a las críticas que esto pueda generar, para aprovechar un momento “único” y terminar rápido el conflicto.
“Es mejor que nos aseguremos de que esta sea la fase final, aunque haya voces que digan que gastamos mucho dinero y que estamos donando mucho equipo militar”, apuntó el político en una charla celebrada en el Centro para la Estrategia y los Estudios Internacionales (CSIS, en inglés) de Washington.
“Este es el momento”, agregó Cleverly, y “si queremos llevar esto a una conclusión exitosa” para Ucrania “necesitamos intensificar nuestro apoyo ahora”, que “es un momento único en esta guerra”.
Por ello es vital “coordinar las acciones” con Estados Unidos y el resto de miembros de la OTAN e intensificar la ayuda, ya que si el conflicto “no termina rápido” se volverá “contra nosotros y costará más vidas y dinero y eso no interesa a nadie”, agregó.
En opinión de Cleverly, el presidente ruso, Vladímir Putin, está dando muestras de que “quiere alargar este conflicto” con una dialéctica en la que hace referencia a la historia militar de Rusia y a su capacidad de “soportar las dificultades durante más tiempo”.
Así, “si eso es lo que quiere hacer, deberíamos hacer lo contrario”, ya que además el hecho de que hasta hace poco sus ataques se realizaron con misiles de crucero y ahora esté usando misiles balísticos “con los que logras lo mismo pero son mucho más caros” es señal de que “se está quedando sin existencias”, explicó.
Cleverly hizo estas declaraciones en la primera actividad pública de su viaje a Estados Unidos, que se produce después de que el pasado sábado el primer ministro, Rishi Sunak, prometiera proveer a Ucrania con tanques Challenger 2 y nuevos sistemas de artillería.
Además, el Gobierno británico ya se ha comprometido a igualar o superar la financiación de la ayuda militar a Ucrania en 2023, que fue el año pasado de unos 2.300 millones de libras (unos 2.600 millones de euros).
El ministro inició este martes una visita de dos días a Estados Unidos y Canadá para profundizar en la relación bilateral y reforzar el apoyo a Ucrania.
El político conservador se reunirá con el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, en Washington y con su homóloga canadiense, Mélanie Joly, en Toronto, además de participar en otros eventos en sendos países.
En la charla de hoy aseguró que siempre ha creído que “el mundo es un lugar más seguro, saludable y próspero” cuando el Reino Unido y Estados Unidos “trabajan en estrecha colaboración”.
Y añadió que los servicios de inteligencia estadounidenses y británicos trabajan “muy de cerca” compartiendo información, así como que su asociación “es una de las más integradas en el escenario mundial”.