Toronto (Canadá), 7 ene (EFE).- Los dirigentes políticos canadienses denunciaron rápidamente este martes las amenazas del presidente electo estadounidense, Donald Trump, de anexionar a la fuerza a Canadá y aseguraron que nunca formará parte de EE.UU.
El primer ministro canadiense, Justin Trudeau, declaró en un mensaje en las redes sociales: “Jamás, pero jamás, Canadá será parte de Estados Unidos”.
“Los trabajadores y las comunidades en los dos países se benefician de que seamos el uno para el otro el mayor socio comercial y en materia de seguridad”, añadió el líder canadiense.
Este martes, en una rueda de prensa, Trump descartó usar la fuerza militar para anexionar Canadá, pero dijo que sí usará “la fuerza económica”.
La ministra de Asuntos Exteriores, Mélanie Joly, también se sumó a las críticas y calificó las declaraciones de Trump como “amenazas” que atentan contra la relación bilateral.
“Los comentarios del presidente electo Trump muestran una absoluta falta de entendimiento de qué hace que Canadá sea un país fuerte. Nuestra economía es fuerte. Nuestra gente es fuerte. Nunca retrocederemos ante amenazas”, añadió en las redes sociales la responsable diplomática del país.
Por su parte, el líder del Partido Conservador, Pierre Poilievre, aprovechó las palabras de Trump para atacar a Trudeau, que el lunes anunció que dimitirá en las próximas semanas, cuando el gobernante Partido Liberal elijan un líder para sustituirlo.
“Canadá nunca será el estado número 51. Punto. Somos un gran país independiente. Somos los mejores amigos de EE.UU. Gastamos miles de millones de dólares y centenares de vidas para ayudar a EE.UU. a tomar represalias por los ataques del 11-S de Al Qaeda”, dijo Poilievre.
El líder conservador, que según las encuestas de opinión ganará las próximas elecciones generales, añadió que el “patético” Gobierno de Trudeau no ha incidido en estos argumentos para defender a Canadá.
Otro líder opositor, Jagmeet Shing, líder del socialdemócrata Nuevo Partido Democrático (NPD), fue más directo.
“Deja de decir tonterías, Donald. Ningún canadiense quiere ir contigo. Estamos orgullosos de ser canadienses. Orgullosos de cómo nos ayudamos los unos a los otros y defendemos nuestra nación. Tus ataques dañarán empleos en ambos lados de la frontera. Si vienes a por los empleos canadienses, los estadounidenses pagarán”, afirmó.
Y Andrew Coyne, uno de los principales comentaristas políticos del país, afirmó que “este país está bajo ataque. Por nuestros vecinos”.
“La presunción básica de la historia de Canadá, de que siempre tendríamos un aliado democrático y estable al sur se ha acabado. No son estables, no es probable que sigan siendo democráticos y, bajo Trump, no son nuestros aliados”, opinó.