San Diego, 6 de abril (EFE).- Defensores de los inmigrantes desafiaron este Jueves Santo a los agentes de la Patrulla Fronteriza al ingresar y oficiar un rito religioso en el Parque de la Amistad, un lugar en la frontera de EE.UU y México que solía ser sitio de encuentro de migrantes y ha estado cerrado por tres años.
Los fundadores de la Iglesia Fronteriza y de la organización Jardín Binacional de La Amistad ingresaron a la zona federal sin permiso como parte de una protesta por la construcción de un segundo muro en el parque, proyecto iniciado bajo la administración del expresidente Donald Trump (2017-2021).
“Vinimos a celebrar la misa de Jueves Santo con nuestros amigos de México a través del muro y para plantar simultáneamente en los dos lados del muro una planta simbólica en representación de la amistad entre nuestros pueblos”, dijo a EFE el reverendo John Fanestil de la Iglesia Fronteriza.
En este sentido, Daniel Watman, vocero de Jardín Binacional de La Amistad, dijo que sembraba la planta salvia blanca, “que nos representa mucho porque es nativa de nuestro ecosistema en ambos lados del muro” fronterizo.
La llegada de ambos activistas al parque provocó una movilización de por lo menos una docena de vehículos de la Patrulla Fronteriza.
Las tensiones han aumentado entre esa agencia y el grupo de los Amigos del Parque de la Amistad desde que hace unas semanas cuando la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) autorizó continuar la construcción de un segundo muro en el último tramo que precisamente está ubicado en el parque.
CBP construye un sistema de dos muros de 9 metros de altura (30 pies) paralelos para reemplazar al que ahora separa a la frontera.
“Este es un parque de jurisdicción estatal, es un parque de California, y nosotros queremos invitar al gobernador Gavin Newsom a que venga a la frontera y vea cómo convivimos con nuestros amigos del lado mexicano, para que comprenda la importancia de reabrir el parque”, enfatizó Fanestil.
El religioso partió y compartió a manera de ostias trozos de unas tortillas que empapó en un cáliz con una bebida sin alcohol.
Del lado de México más de una docena de feligreses de la iglesia siguieron la misa, pronunciada en inglés desde Tijuana (México), y en español en Imperial Beach (California), en una muestra simbólica de que los idiomas tampoco son una barrera.
Al lugar del desafío se presentó el jefe de la Patrulla Fronteriza en San Diego, Aaron Heitke. El oficial dijo a EFE que no planeaba arrestar a ninguno de los dos activistas, pero se quejó de que llegaran al parque.
“Hemos estado muy ocupados y un asunto como este nos distrae de nuestras responsabilidades”, dijo Heitke.
Comentó que “hay un proceso mediante el cual podrían haberse comunicado”.
Fanestil y Watman recibieron una multa por ingresar a territorio federal sin permiso. Ninguno dijo sí pagará la infracción o si dejará de hacerlo como siguiente protesta por el cierre del parque.
Los mismos dos activistas fueron arrestados en febrero del 2009 en las inmediaciones del parque, por intentar llegar hasta el muro del parque cuando la Patrulla lo prohibía pero no fueron multados.
El parque binacional permanece cerrado desde que comenzó la pandemia, y el plan de construcción propuesto por la Administración Trump pretendía cerrarlo completamente.
El Parque de la Amistad fue inaugurado en 1971 por la entonces primera dama Pat Nixon como una muestra de amistad entre los pueblos estadounidense y mexicano.
En 1993 se construyó el primer muro en la zona, sin embargo, el parque permaneció como punto de reunión de las familias, que no podían cruzar la frontera.
Desde entonces fue un punto tradicional de encuentro de familias que por diversas razones estaban impedidas de cruzar la frontera para encontrarse en persona.
Los fondos para el proyecto de construcción de las nuevas barreras fueron aprobados junto con el plan de construcción del muro fronterizo en 2018.
La patrulla fronteriza cerró el parque en el marco del brote de la pandemia en marzo del 2020.