Toronto (Canadá), 16 may (EFE).- El primer ministro canadiense, Mark Carney, asistirá el domingo a la misa inaugural del papa León XIV en el Vaticano acompañado por una delegación que incluye diputados y líderes indígenas del país.
La Oficina del Primer Ministro de Canadá señaló en un comunicado que Carney, que parte en la noche del viernes con destino al Vaticano, aprovechará su visita para reunirse con otros líderes.
El vicepresidente de EE.UU., JD Vance, y los primeros ministros de Francia, Francois Bayrou, y Australia, Anthony Albanese, también han confirmado su presencia en el Vaticano.
El líder canadiense, que es un devoto católico, no asistió al funeral del papa Francisco, el antecesor de León XIV, el 26 de abril por coincidir con la recta final de la campaña para las elecciones generales de Canadá celebradas dos días después.
La jefa de la Asamblea de Primeras Naciones, Cindy Woodhouse Nepinak, y la presidenta del Consejo Nacional de Métis, Victoria Pruden, que representan a dos de los tres pueblos indígenas de Canadá, viajarán con Carney.
Pruden, junto con otros líderes indígenas canadienses, ha solicitado al papa León XIV que devuelva a los pueblos originarios de Canadá sus reliquias sagradas y objetos culturales que fueron trasladados en el pasado al Vaticano.
La Federación de Naciones Indígenas Soberanas (FSIN, en inglés) que agrupa a 74 grupos de la provincia de Saskatchewan, en el oeste de Canadá, quieren la devolución de pipas, vestimentas y otros objetos culturales, que se encuentran en museos y archivos en el Vaticano.
FSIN indicó que las reliquias fueron sacadas de sus comunidades durante la etapa de las residencias escolares, internados establecidos por el Gobierno canadiense y regentados por órdenes religiosas donde durante más de un siglo fueron recluidos a la fuerza decenas de miles de niños indígenas.
El objetivo de las residencias escolares era asimilar a la población indígena separando a los niños de sus familias y cultura. Muchos de estos menores sufrieron abusos sexuales, físicos y psicológicos y se estima que alrededor de 4.000 murieron en esas instituciones.