Tapachula (México), 11 feb (EFE).- Con una bocina, un micrófono, su teléfono móvil y la música, Very Larose es un migrante haitiano de escasos 35 años que llegó a Tapachula, en la frontera sur de México, en busca de llegar a Estados Unidos y cumplir su sueño de cantar.
Por ahora, como cientos de sus compatriotas, se ha detenido en Tapachula para tramitar sus documentos legales que le permitan poder avanzar por México.
La situación para cientos de haitianos en la frontera sur es crítica porque deben esperar meses para obtener una visa por razones humanitarias para trasladarse a alguna entidad del norte de México.
Pero Larose, parado con una sonrisa amigable y en ratos bailando, no pierde el ritmo y se concentra en las letras de las canciones para atraer la atención de los cientos de personas que caminan y no detienen su paso.
“Para mí es un placer estar aquí cantando, pasar por todos los países es una situación diferente y difícil”, contó el migrante en su escaso español.
LA CARA DE UNA CRISIS
Larose muestra la cara de la crisis humanitaria un mes después de las nuevas medidas migratorias de Estados Unidos, que anunció que acogerá a 30.000 haitianos, cubanos, nicaragüenses y venezolanos al mes, pero expulsará de forma inmediata al resto que llegue por tierra bajo el Título 42.
La migración haitiana es el grupo mayoritario que se encuentra detenido y se queja de estar estancado en Tapachula, Chiapas.
Larose es uno de los miles haitianos que han llegado a Tapachula, y no han perdido el tiempo. Al contrario, se han empleado en alguna actividad informal y ahora él, lo hace a través de la música, donde algunas personas se paran a obsérvalo y dejarle unas monedas.
Añadió que con su música trata de llevar alegría a las personas y dar un sentido positivo a la vida a sus propios compatriotas.
Al cantante le cuesta entablar comunicación porque solo habla criollo y portugués, pero el idioma no ha sido una barrera para que transmita el mensaje de esperanza a través de su música.
Vestido con una camiseta de color celeste, pantalón negro, gafas negras, una gorra de color militar, una cadena de plata en el cuello y sandalias rosas, este cantante haitiano mantiene un espectáculo con sus canciones que remontan a la década de los 80, 90 y la actualidad.
Larose ha demostrado su talento para cantar en el “Sendero Peatonal”, uno de los pasillos mayormente visitado por cientos de tapachultecos y migrantes.
Contó que desde hace dos meses llegó a Tapachula. Al inicio trabajó en la construcción, pero su amor por la música lo ha llevado a salir a la calle para expresar su arte a las personas de esta ciudad fronteriza con Guatemala.
Asimismo, dijo que entre sus músicos y cantantes favoritos está Bob Marley.
Además cuenta con otros títulos de su país y música africana que tararea en su repertorio.
Narró que, desde su natal Haití, empezó a cantar, posteriormente salió y llegó a Brasil, donde se mantuvo cantando y, así sucesivamente lo ha hecho por todos los países que ha transitado.