Toronto (Canadá), 7 nov (EFE).- Las autoridades canadienses sacrificaron este viernes alrededor de trescientas avestruces en una granja del oeste de Canadá en la que se detectó la gripe aviar en diciembre y que se habían convertido en un foco de atención del movimiento conservador estadounidense.
El sacrificio había sido entorpecido durante meses por activistas antigubernamentales que recibieron el apoyo de políticos como el secretario de Salud de Estados Unidos, Robert Kennedy Jr., o el doctor Mehmet Oz, también parte de la Administración del presidente, Donald Trump.
El multimillonario estadounidense John Catsimatidis, con gran influencia en los sectores más conservadores de la Administración de Trump, también se opuso a la eliminación de los animales y montó una campaña para evitar la intervención de las autoridades sanitarias canadienses.
Los propietarios de la granja, que negaban que las aves estuviesen infectadas con la gripe aviar a pesar de que a finales del año pasado la enfermedad mató a unas 70 avestruces, recurrieron también a los tribunales para intentar detener a las autoridades sanitarias canadienses.
El jueves, el Tribunal Supremo de Canadá se negó a aceptar la apelación presentada por la granja, llamada Universal Ostrich Farms y situada en la provincia de Columbia Británica, su último recurso legal, por lo que hoy tiradores profesionales contratados por la Agencia Canadiense de Inspección Alimentaria (CFIA, en inglés) sacrificaron a tiros los animales.
CFIA explicó en un comunicado que tras consultar con expertos había decido que “la opción más apropiada y humana era utilizar tiradores profesionales”.
Tras la decisión del Tribunal Supremo, decenas de activistas se concentraron en la granja para protestar contra las autoridades canadienses.
Aunque el sacrificio se realizó sin problemas, en el pasado, activistas vinculados con grupos de extrema derecha han protagonizado incidentes en apoyo de la granja lo que ha forzado a la intervención de la Policía canadiense.
Los vecinos de Universal Ostrich Farms han denunciado a la Policía acoso y amenazas de muerte por parte de los activistas acampados frente a la granja. Varias personas han sido arrestadas por los incidentes.


