Toronto (Canadá), 4 may (EFE).- En una nueva escalada del conflicto político entre Canadá y China, el gobierno canadiense convocó este jueves al embajador chino en el país, Cong Peiwu, en protesta por las supuestas amenazas de Pekín a un diputado canadiense.
Ottawa también advirtió de que puede expulsar a diplomáticos chinos en represalia por las acciones chinas.
El pasado lunes, el periódico “The Globe and Mail” reveló documentos de los servicios de inteligencia canadienses en los que se señala que Pekín inició una operación para intimidar al diputado canadiense Michael Chong, del opositor Partido Conservador, por sus criticas al régimen chino.
La ministra de Asuntos Exteriores de Canadá, Mélanie Joly, declaró este jueves en el Parlamento que dicha operación es “completamente inaceptable” y añadió que “todas las opciones están sobre la mesa, incluida la expulsión de diplomáticos”.
Según el citado rotativo un diplomático chino destinado en Canadá, identificado como Zhao Wei, estuvo implicado en el intento de localización en Hong Kong de familiares del diputado.
La oposición, incluido el propio Chong, solicitó este jueves la expulsión de Zhao Wei pero Ottawa todavía no ha tomado la decisión por temor a las represalias chinas.
“Estamos valorando las consecuencias que tendrá la expulsión de un diplomático porque habrá consecuencias”, declaró Joly.
En 2018, dos ciudadanos canadienses, Michael Kovrig y Michael Spavor, fuero arrestados en China poco después de que Canadá detuviese, a petición de Estados Unidos, a la directora financiera de Huawei, Meng Wanzhou.
Los dos canadienses fueron acusados de espionaje y no fueron liberados hasta casi tres años después, cuando Washington y Pekín llegaron a un acuerdo para el regreso de Meng a China.
El arresto de Meng causó una grave crisis diplomática entre los dos países que ha empeorado en los últimos meses con revelaciones de la injerencia China en las dos últimas elecciones generales celebradas en Canadá en 2019 y 2021.
Documentos de los servicios de inteligencia canadienses indican que China apoyó a al menos 11 candidatos a las elecciones considerados favorables a Pekín, en algunos casos con dinero.