Los Ángeles (EE.UU.), 8 nov (EFE).- California se ha convertido en el mayor estado de EE.UU. en prohibir la venta en tiendas o a través de máquinas expendedoras de cigarrillos mentolados, cigarros electrónicos y vaporizadores de sabores.
Con un respaldo mayoritario, los californianos, que acudieron este martes a las urnas con motivo de las elecciones de medio mandato en todo el país, decidieron aprobar la conocida como Proposición 31 y vetar así el popular tabaco de sabores.
El conocido como “Estado Dorado” sigue así los pasos de Massachusetts, Nueva York, Nueva Jersey y Rhode Island en la prohibición de estos productos, entre los que se encuentran concretamente los cigarros electrónicos y mentolados o con un sabor o aroma distinto al tabaco, el propio tabaco de mascar y los vaporizadores.
Desde ahora, los establecimientos que continúen comercializándolos podrían enfrentarse a sanciones de hasta 250 dólares por infracción.
El texto de esta medida deja exenta de prohibición la venta de tabaco aromatizado con frutas y diferentes sabores para cachimba, los puros o el tabaco en hojas sueltas.
La aprobación de esta propuesta supone la ratificación de una ley de 2020 que prohibía la venta de la mayoría estos productos y pone fin a la lucha de diferentes organizaciones contra la industria tabacalera en su objetivo de contrarrestar la adicción de los jóvenes a los vaporizadores.
Y es que, según Tobacco Free Kids -una de las principales organizaciones antitabaco de EE.UU.-, el 80 % de los jóvenes de 12 a 17 años que comienzan a fumar lo hace mediante vaporizadores o cigarrillos mentolados.
La aplicación de ley de 2020 se retrasó durante dos años después de que las compañías tabacaleras consiguieron retrasarla y que fuera sometida al referéndum celebrado este martes, al que destinaron 25 millones de euros para promocionar su rechazo.
De acuerdo a la campaña “Sí a la Proposición 31”, estas empresas han ingresado 830 millones de dólares solo por la venta de cigarrillos mentolados desde 2021.
Por tanto, su aprobación también tiene un impacto en el presupuesto del estado porque, al mantenerse, este dejará de ingresar hasta 100 millones de dólares anuales en concepto de impuestos al tabaco saborizado.
Como precedente, la ciudad californiana de San Francisco se convirtió también en 2020 en la primera urbe ampliamente poblada de EE.UU. en prohibir por completo la venta de cigarrillos electrónicos.
Además, más de 160 gobiernos municipales en California ya habían impuesto alguna forma de veto al tabaco con sabor, según los datos de Tobacco Free Kids.