São Paulo, 10 jul (EFE).- La selección brasileña de fútbol femenino está a la caza de su noveno título en la Copa América y afrontará la próxima edición en Ecuador en plena reforma del equipo, aunque aún entre las preferidas para llevarse los laureles.
El seleccionador Arthur Elias mantuvo una columna vertebral en ataque y defensa, pero se arriesgó a incorporar algunas modificaciones en sus últimas convocatorias a la espera de reformar y sumar al once figuras nuevas que den “resultados a corto plazo”, pero también tengan “buenas perspectivas” de cara a la Copa del Mundo de Brasil 2027.
Esa proyección viene de la mano de jugadoras jóvenes, como Jhonson, quien con 19 años es una pieza fundamental de la formación del equipo femenino del Corinthians y fue la artillera del Campeonato Sudamericano Sub-17 de 2022, año en el que Brasil se llevó el título.
O con Amanda Gutierres, de 24 años, delantera del Palmeiras que convirtió el gol sobre el final que les dio la victoria en el reciente amistoso con una de las selecciones femeninas más respetadas del mundo, Estados Unidos.
El plan, según divulgó la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF), es “promover la integración de las más experimentadas con las más jóvenes”, en un intento por modernizarse, sin dejar atrás a las jugadoras que posicionaron al equipo nacional como el más fuerte de la región, pero con nuevas ideas que asfalten la avenida hacia la conquista del primer Mundial.
Por eso no sorprendió entre las 23 convocadas el nombre de Marta, de 39 años, seis veces ganadora del premio FIFA a la Mejor Jugadora del Mundo que, además de aún rendir en cancha, oficia como guía y referente fuera del campo.
Así como también Yasmim, figura en el Real Madrid, que a los 28 años se convirtió en el alfil del entrenador, presente en todas las convocatorias que realizó hasta ahora.
Las delanteras Luany y Gio, estrellas del Atlético de Madrid, y Kerolin, delantera del Manchester City, se convirtieron en fijas.
La Verdeamarela llega con buena cara, con siete victorias sobre importantes equipos nacionales en los últimos diez partidos, entre ellos un triunfo a expensas de Estados Unidos y un triunfo sobre Colombia en octubre, rival de la fase de grupos en la Copa América.
Tras tres victorias seguidas, en su último encuentro cayó contra Francia, en un partido en el que comenzó ganando por 0-2, aunque sus descuidos en la defensa durante la segunda parte no le permitieron quedarse con la gloria y terminó cayendo por 3-2.
Para renovar el campeonato conseguido en 2022, las brasileñas deberán primero obtener buenos rendimientos dentro del Grupo B, que comparten con Venezuela, Bolivia, Paraguay y Colombia.
Este jueves la selección viaja a Quito, donde justo tres días después debutará contra las venezolanas, en el estadio Gonzalo Pozo Ripalda.