Houston (EE.UU.), 3 oct (EFE).- El secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, admitió este martes que hay escepticismo en el país sobre seguir apoyando a Ucrania ante al invasión rusa pero defendió que se trata de una cuestión de “interés nacional”.
“Los estadounidenses se sienten un poco frustrados porque parece que nosotros nos ocupamos de gran parte de la carga, pero el resto del mundo está haciendo un trabajo notable”, dijo en una charla en el Instituto Baker de la Universidad de Rice, en Houston (Texas).
Blinken dio estas declaraciones horas después de que la Cámara de Representantes de Estados Unidos destituyera a su presidente, el republicano Kevin McCarthy, tras una rebelión interna de los congresistas más extremistas del partido.
La incertidumbre en el Congreso deja ahora en el aire, entre otras cuestiones, el futuro de la ayuda militar a Ucrania, que los republicanos más alineados con el expresidente Donald Trump han cuestionado.
Con más de 40.000 millones de dólares, Estados Unidos es hasta la fecha el mayor donante de asistencia militar para Ucrania desde el inicio de la guerra.
El jefe de la diplomacia estadounidense insistió en que Estados Unidos no está solo, puesto que desde el inicio de la invasión en 2022 se ha formado una “coalición extraordinaria” de unos 50 países que se han comprometido a apoyar a Ucrania en la guerra.
Denunció que la Rusia de Vladímir Putin está vulnerando los “principios del orden internacional” y reivindicó la necesidad de defenderlos ahora para evitar que Moscú invada a otros países más adelante.
“No se trata solo de apoyar a los ucranianos. Si no defendemos los principios centrales del sistema internacional, abriremos la caja de Pandora y no será bueno para nosotros. Esto es lo que está en juego”, advirtió.
En el mismo evento universitario, el exsecretario de Estado James Baker, quien ejerció entre 1989 y 1992 en la Administración del republicano George H. W. Bush, opinó que Biden está “haciendo lo correcto” al apoyar a Ucrania.