Washington, 3 mar (EFE).- El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y el canciller de Alemania, Olaf Scholz, cerraron este viernes filas en torno al envío de armamento para Ucrania y la presión contra el presidente ruso, Vladímir Putin, cuando se cumple un año de la guerra.
Los mandatarios de Estados Unidos y de Alemania, los mayores donantes de apoyo militar a Kiev, se reunieron en el Despacho Oval de la Casa Blanca por primera vez desde el inicio de la invasión rusa en febrero del año pasado.
“Juntos hemos trabajado para brindar asistencia de seguridad. Ayudamos a Ucrania a satisfacer sus necesidades básicas y mantenemos la presión sobre Putin”, dijo Biden al lado de Scholz al iniciar su reunión.
El presidente estadounidense agradeció a Scholz por su “fuerte liderazgo” durante este año, en el que Alemania ha proporcionado al Gobierno de Volodímir Zelenski en Ucrania “un apoyo militar vitar” y también un “apoyo moral profundo”.
“Sé que no ha sido fácil. Ha sido difícil para usted”, expresó Biden, quien también destacó que la OTAN es ahora “más fuerte”.
Por su parte, el canciller destacó la unidad de los países occidentales en el apoyo a Ucrania y subrayó que “es muy importante dar el mensaje de que seguiremos así todo el tiempo que sea necesario”.
Scholz afirmó que la relación entre Alemania y Estados Unidos es fuerte, y destacó la importancia de reunirse con Biden para analizar “la amenaza para la paz” que ha supuesto Rusia desde el inicio de su invasión hace un año.
Coincidiendo con la visita de Scholz, Estados Unidos aprobó este viernes un nuevo paquete de 400 millones de dólares para Ucrania, que incluye municiones para el sistema de misiles de largo alcance HIMARS y para los tanques Bradley, entre otros armamentos.
Estados Unidos es el mayor donante de armamento y apoyo humanitario a Ucrania, con cerca de 30.000 millones de dólares aprobados hasta la fecha, y Alemania el segundo con cerca de 15.000 millones de dólares.
Estados Unidos y Alemania protagonizaron el mes pasado arduas negociaciones sobre el envío por primera vez de tanques a Ucrania que concluyeron con la entrega de carros blindados Abrams por parte de Washington y de tanques Leopard por parte de Berlín.