Washington, 12 jul (EFE).- El presidente estadounidense, Joe Biden, retomó este viernes su campaña con una visita a Míchigan, uno de los estados clave en los que los demócratas han decidido centrar sus esfuerzos para ganar al exmandatario republicano Donald Trump (2017-2021) y desde donde aseguró a los votantes que seguiría en la carrera.
“Yo soy el nominado” a la candidatura demócrata “y nadie, ni la prensa ni los analistas, ni los donantes decidieron; fueron ustedes los votantes”, insistió desde el podio en un mitin en Detroit.
“No me voy a ir a ningún lado”, zanjó el mandatario, de 81 años, quien está inmerso en una crisis política tras su desastroso desempeño en el primer debate presidencial.
Más de 15 legisladores del partido demócrata han pedido públicamente que se retire de los comicios, además de decenas de analistas políticos e influyentes figuras de los medios y del mundo del espectáculo.
El presidente, no obstante, no ha dado indicaciones de querer cambiar su postura y se ha atrincherado en defender su candidatura, asegurando que es el único que puede vencer a Trump en las urnas el próximo 5 de noviembre.
Tras el “paréntesis” electoral por la cumbre de la OTAN, celebrada desde el martes y hasta el jueves en Washington, Biden volvió a poner su foco en las presidenciales. Antes del mitin, sostuvo un encuentro directo con sus votantes, esta vez en la pequeña ciudad de Northville, de unos 6.000 habitantes.
“Me presento para acabar el trabajo. Quedan cosas por hacer. Sé que solo tengo 41 años”, dijo bromeando.
Las críticas a su edad y a su pobre desempeño en el debate del 27 de junio han opacado su campaña y no es la primera vez que Biden recurre al humor para intentar restarle importancia.
“Durante mucho tiempo fui demasiado joven. Fui el segundo hombre más joven elegido para el Senado. Y ahora soy demasiado mayor, pero sé que, con suerte, con la edad llega un poco de sabiduría”, añadió el mandatario demócrata, que le saca solo tres años y medio a Trump.
“Les prometo que estoy bien”, subrayó.
Biden recordó que en 2020 postuló a la presidencia con la idea de que era hora de recuperar la ética en la política, y este viernes incidió en esa misma línea, subrayando que su rival republicano no puede considerarse una alternativa.
“Este es un momento importante. (…) La decencia importa”, dijo destacando que nunca ha estado más optimista sobre las posibilidades de Estados Unidos y considerando que en estos tres años y medio en los que ha estado al mando ha conseguido “muchos avances”.
Ese optimismo contrasta con los crecientes llamamientos a que repiense su candidatura, que le llegan tanto desde sus propias filas como de destacadas figuras de Hollywood, como George Clooney el miércoles o Ashley Judd este viernes.
Según una nota interna de su campaña revelada el jueves y a la que ha tenido acceso EFE, el “camino a los 270”, los votos electorales mínimos necesarios para ganar las presidenciales, tiene “su vía más clara” con victorias en Wisconsin, Míchigan y Pensilvania, que conforman el llamado “muro azul” demócrata.
Una exclusiva publicada este viernes por NBC News destaca sin embargo que varios asesores muy cercanos a Biden creen que no hay un camino viable ya para que pueda vencer a Trump y que debe “retirarse”, ya que “nunca se va a poder recuperar” de su mala actuación en el debate y del aumento de la atención sobre su edad y su capacidad de gobernar cuatro años más.
El diario The New York Times añadió este viernes que grandes donantes demócratas han dicho al mayor comité de acción política partidario de Biden, Future Forward, que su promesa de aportar 90 millones de dólares se quedará en suspenso si sigue adelante.
Trump sigue en cabeza en las encuestas y esta próxima semana verá confirmada su candidatura republicana en la convención que su partido celebra en Milwaukee del lunes al jueves.