Washington, 13 sep (EFE).- El presidente estadounidense, Joe Biden, está trabajando a contrarreloj para evitar una huelga del transporte ferroviario de mercancías que podría provocar más interrupciones a la cadena de suministro e impactar negativamente en la economía, dijo este martes la portavoz de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre.
La interrupción en el transporte podría comenzar este mismo viernes si las empresas ferroviarias no llegan a un acuerdo sobre un nuevo contrato con dos sindicatos, que representan a unos 57.000 trabajadores entre conductores e ingenieros.
“Una interrupción del servicio podría tener un impacto tremendo en nuestra cadena de suministro, crearía una reacción en cadena en toda nuestra economía”, avisó Jean-Pierre en su rueda de prensa diaria.
Además, afirmó que la suspensión del transporte de mercancías a través de trenes podría provocar “un enorme daño” en las familias y negocios de Estados Unidos.
Para evitarlo, Biden está mediando entre compañías y sindicatos y ayer lunes mientras estaba en Boston habló por teléfono con las dos partes en un intento por evitar la huelga, detalló Jean-Pierre.
En paralelo, la Casa Blanca está haciendo planes de contingencia para que continúe el transporte ferroviario de productos clave para la economía estadounidense a través del aire en aviones de mercancías, por mar con barcos e incluso en camiones por las carreteras del país, explicó la portavoz.
En el centro de la disputa se encuentra la negociación de un nuevo contrato, en el que los trabajadores quieren incluir cláusulas que les permitan ir al médico o responder a emergencias familiares sin ser penalizados, como hace el sistema actual que no recoge ningún día de enfermedad, según los sindicatos.
El viernes concluye el llamado “periodo de reflexión” que fijan las leyes federales, de manera que ese día los empleados podrían declararse en huelga o las empresas podrían decretar un paro forzoso cerrando sus instalaciones e impidiendo que los trabajadores vuelvan a sus empleos.
Ante la posibilidad de que se produzca esa interrupción del transporte ferroviario, algunas compañías de mercancías han empezado a limitar sus servicios y han dejado de transportar materiales considerados peligrosos.
Además, la compañía ferroviaria Amtrak, que lleva pasajeros en algunos de sus trenes de mercancías, anunció ayer lunes la suspensión de algunas de sus rutas de larga distancia.
Biden creó en julio un órgano para mediar en la disputa después de dos años de infructuosas negociaciones entre seis de las mayores empresas logísticas de EE.UU. y doce sindicatos.
Casi todos los sindicatos han llegado a acuerdos provisionales con las empresas o están cerca de hacerlo, de manera que solo dos sindicatos son los que por ahora han rechazo la oferta de las compañías y amenazan con la huelga.