Washington, 25 oct (EFE).- El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, pidió este viernes perdón en nombre del Gobierno por las atrocidades cometidas en cientos de internados públicos para niños indígenas durante 150 años, en los que fueron privados de su lengua y cultura.
“El Gobierno federal nunca se ha disculpado formalmente por lo ocurrido, hasta hoy. Como presidente de Estados Unidos, me disculpo formalmente por lo que hicimos”, afirmó durante un acto en la comunidad india del Río Gila, en Arizona.
“El dolor que causamos siempre será una huella imborrable de vergüenza, de sangre, en la historia de Estados Unidos”, añadió Biden.
Al menos un millar de niños y niñas murieron en esos internados, aunque la cifra podría ser mucho mayor.
El mandatario dijo cargar con “la firme responsabilidad de ser el primer presidente en disculparse formalmente con los pueblos originarios, nativos americanos, hawaianos y alasqueños”.
“Llega demasiado tarde. No hay excusa para que esta disculpa haya tardado 50 años en llegar”, aseguró Biden.
Entre 1819 y 1969, miles de niños indígenas fueron obligados a asistir a estos internados administrados por iglesias y organizaciones religiosas con financiamiento público con el propósito de asimilarlos por la fuerza a la sociedad blanca.
“Para quienes vivieron ese periodo, era demasiado doloroso hablar de ello. Para nuestra nación, demasiado vergonzoso reconocerlo. Pero que la historia guarde silencio no significa que no haya sucedido. Sucedió”, afirmó el mandatario.
Biden estuvo acompañado en el acto de desagravio de su secretaria del Interior, Deb Haaland, la primera nativa americana en formar parte del Gobierno de Estados Unidos y cuyos abuelos y uno de sus bisabuelos fueron obligados a asistir a estos internados.
“Mis abuelos maternos tenían solo 8 años cuando fueron arrebatados de sus comunidades y obligados a vivir en un internado católico hasta los 13. A mi bisabuelo también se lo llevaron, enviado en tren a miles de millas de nuestro pequeño pueblo de Mesita. Muchos niños como ellos nunca regresaron a casa”, dijo la secretaria.
Haaland, quien pertenece a la tribu Pueblo de Laguna (Nuevo México), lanzó una investigación hace tres años sobre los internados y, en julio pasado, publicó un informe que reveló que al menos 973 menores indígenas murieron por enfermedades o malnutrición en el sistema de internados del Gobierno estadounidense.
Como resultado de la investigación, se hallaron tumbas, algunas sin identificar, en 65 de los más de 400 internados, y el Departamento del Interior instó formalmente al Ejecutivo a disculparse por el trauma infligido a generaciones de niños indígenas.
La visita se produce en un momento en que Biden busca forjar su legado antes de dejar la Casa Blanca en enero de 2025 y a menos de dos semanas para las elecciones del 5 de noviembre.