Washington, 13 nov (EFE).- Estados Unidos admitió este lunes que difiere de la visión que ha expresado el primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, sobre el futuro de la Franja de Gaza una vez haya terminado la guerra con Hamás.
En su rueda de prensa diaria, el portavoz del Departamento de Estado, Matthew Miller, subrayó que Netanyahu “ha hecho comentarios que difieren de la visión expresada” por el secretario de Estado, Antony Blinken, en su último viaje a la región.
Miller recordó que la Administración de Joe Biden se opone al “desplazamiento forzado” de los palestinos fuera de Gaza y rechaza una “reocupación” del enclave por parte de Israel.
También considera que la Franja debe dejar de ser “una plataforma para el terrorismo” de Hamás y que los palestinos tienen derecho a decidir sobre su futuro.
“Lo dejaremos claro en las conversaciones que tengamos con el primer ministro Netanyahu y con otros miembros del Gobierno de Israel”, declaró el portavoz.
Netanyahu ha planteado que cuando termine la guerra Israel podría encargarse “indefinidamente” de la seguridad en la Franja de Gaza, un enclave controlado por el grupo islamista palestino Hamás desde 2007.
Miller matizó que Estados Unidos no considera como desplazamiento forzado la evacuación de civiles desde el norte hacia el sur de la Franja debido a los bombardeos israelíes, una operación que Washington apoya.
“Hay una diferencia entre alejar a la gente para evitar que sufra daños por la campaña militar israelí y expulsarlos forzosamente de Gaza”, dijo.
Sobre la ofensiva israelí en los hospitales de Gaza, el portavoz de la diplomacia estadounidense reivindicó que los centros médicos deben ser “protegidos”, pero al mismo tiempo acusó a Hamás de utilizarlos para colocar allí sus centros de mando.
“Nos gustaría ver a todos aquellos que piden a Israel proteger a los hospitales que también hagan un llamamiento a Hamás para que los desocupe y deje de usar a los civiles como escudos humanos”, declaró.
Las fuerzas aéreas, terrestres y navales de Israel han mantenido a la Franja de Gaza bajo fuego desde el 7 de octubre, cuando se desató la guerra contra Hamás tras un ataque masivo del grupo islamista palestino en el sur de Israel que dejó unos 1.200 muertos y más de 240 secuestrados.
Desde entonces, el empobrecido enclave palestino acumula más de 11.180 muertos, 28.200 heridos, 3.000 desaparecidos y más de 1,5 millones de desplazados.