Washington, 11 may (EFE).- El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, conversó este miércoles por teléfono con el mandatario electo de Filipinas, Ferdinand “Bongbong” Marcos, hijo del fallecido dictador Ferdinand Marcos, para felicitarlo por su victoria electoral y hablar sobre el respeto a los derechos humanos.
La Casa Blanca informó en un breve comunicado que, además de felicitarlo por el resultado electoral, Biden le expresó su deseo de “fortalecer la alianza entre Estados Unidos y Filipinas, y ampliar la cooperación bilateral en un amplio abanico de temas”, como la pandemia de covid-19, la crisis climática, el crecimiento económico y el respeto a los derechos humanos.
Según los resultados provisionales, que no se terminarán de auditar hasta dentro de varias semanas, Marcos obtuvo más de 31 millones de votos -más del 56 por ciento de los apoyos-, el doble de su más inmediata rival, Leni Robredo, mientras que Duterte-Carpio alcanzó los 31 millones de votos.
Uno de los primeros actos de Marcos tras la votación ha sido ir a visitar la tumba de su padre en el Cementerio de los Héroes de Manila, donde depositó este miércoles un ramo de flores.
El gesto de Bongbong, que nunca ha condenado los crímenes cometidos durante el régimen de su padre y que la víspera pidió que no se le juzgue por sus “ancestros”, se interpreta como una reivindicación muy clara de la figura del dictador.
Marcos padre provocó más de 3.000 muertos ejecutados extrajudicialmente, más de 35.000 torturados y el desfalco de 10.000 millones de dólares del erario público durante su régimen autoritario (1965-1986).
Sin embargo, muchos filipinos piensan que los Marcos favorecieron el desarrollo del país y califican su régimen como la “era dorada” del país.