Washington, 27 mar (EFE).- El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, firmó este lunes una orden ejecutiva que prohíbe a las agencias federales el uso de “spyware”, es decir, programas informáticos espía, que sean de carácter comercial y que supongan una riesgo para la seguridad nacional.
La orden también veta los programas de este tipo que hayan sido utilizados por “actores extranjeros” para permitir abusos de los derechos humanos en el mundo.
En un comunicado, la Casa Blanca señaló que el “spyware” comercial -que describe como herramientas de ciberespionaje que se venden para acceder a aparatos electrónicos de forma remota, extraer su contenido y manipular sus componentes sin el consentimiento de sus propietarios- ha proliferado en los últimos años.
El Ejecutivo estadounidense considera que esa proliferación supone riesgos crecientes para el país y amenaza la seguridad de su personal y sus familias.
“El personal del Gobierno de EE.UU. en el extranjero ha sido blanco de ‘spyware comercial’; y los vendedores de poco fiar y las herramientas pueden suponer riesgos significativos para la seguridad y la integridad de la información del Gobierno de EE.UU. y los sistemas de información”, indica la nota.
Existe preocupación en la Casa Blanca de que los programas informáticos espía puedan ser usados de forma incorrecta para atacar a ciudadanos de EE.UU., los sistemas del Gobierno e información no solo dentro del país, sino también en el extranjero.
A principios de enero, el Tribunal Supremo permitió que siguiera adelante la demanda de Meta -propietaria de WhatsApp- contra la empresa israelí NSO Group Technologies, que supuestamente accedió ilegalmente a los servidores del servicio de mensajería cuando instaló el software Pegasus.
Gracias a esa decisión, el caso sigue su curso en una corte federal de menor instancia del Norte de California.
La demanda de Meta, iniciada en octubre de 2019, mantiene que la empresa israelí presuntamente violó distintas leyes como la ley federal contra el fraude y el abuso informáticos cuando instaló el “software” Pegasus, que le permitió acceder a los servidores de WhatsApp para espiar a 1.400 personas, incluyendo a periodistas y activistas.
La empresa israelí defendió que actuaba en nombre de Gobiernos extranjeros, que no identificó, y que Pegasus es un sistema empleado por fuerzas y cuerpos de seguridad e inteligencia.
La Administración de Joe Biden se pronunció en junio sobre el caso y dijo en un escrito que las autoridades no tenían que tener en cuenta la apelación de NSO Group, puesto que la empresa no cumplía el requerimiento de una entidad estatal que puede solicitar inmunidad.