Washington, 3 oct (EFE).- El presidente estadounidense, Joe Biden, celebró este jueves que los estibadores representados por el sindicato International Longshoremen’s Association (ILA) hayan logrado un acuerdo preliminar con la patronal de navieros USMX para terminar su huelga y señaló que la negociación colectiva “funciona”.
“Quiero agradecer a los trabajadores sindicales, a los transportistas y a los operadores portuarios por actuar patrióticamente para reabrir nuestros puertos y garantizar la disponibilidad de suministros críticos para la recuperación y reconstrucción del huracán Helene”, dijo en un comunicado difundido por la Casa Blanca.
La negociación colectiva “es fundamental para construir una economía más fuerte desde el centro hacia afuera y desde abajo hacia arriba”, destacó el mandatario demócrata después de que ILA anunciara que da por terminado el parón iniciado el martes en puertos del este estadounidense y del golfo de México.
El acuerdo, de vigencia inmediata y de carácter preliminar, pone fin a la huelga de unos 45.000 estibadores, que protestaban para lograr una mejora de condiciones laborales y salariales.
Los trabajadores lograron un aumento salarial del 62 %, por debajo del incremento del 77 % que reivindicaban para los próximos seis años, pero superior al del 50 % que les había ofrecido la organización en un primer momento, precisó el diario The New York Times.
Por primera vez desde 1977, EE.UU. se enfrentó a un parón de sus puertos que afectó a 36 terminales estratégicas como las de Elizabeth/Newark, Baltimore, Savannah, Houston, Nueva Orleans o Miami, por donde pasa entre el 43 y 49 % del comercio marítimo del país.
La compañía financiera JP Morgan había estimado que cada día de huelga podría generar pérdidas de unos 5.000 millones de dólares. Solo el cierre del puerto de Houston, el más importante del golfo de México, podía provocar pérdidas diarias de 100 millones en importaciones y exportaciones, según datos de la Corporación Mitre, un centro de pensamiento con sede en Virginia.
El Gobierno estadounidense había descartado que el parón fuera a tener un efecto inmediato en la economía o en los precios, pero los sectores de bienes de consumo, automoción, energía y productos agrícolas podrían haber sido los más afectados en caso de que este se alargara.