Los Ángeles (EE.UU.), 10 jun (EFE).- El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, acusó este viernes a la petrolera ExxonMobil de estar manteniendo baja la producción de gasolina para mantener altos los precios y aumentar sus beneficios, una estrategia que perjudica a los consumidores.
“Exxon ha tenido más beneficios que Dios este año”, dijo Biden durante un discurso en el puerto de Los Ángeles.
Aseguró que ExxonMobil, la petrolera más grande de Estados Unidos, no está usando terrenos que tiene alquilados para producir energía con el objetivo de mantener la producción baja mientras la demanda se mantiene y los precios aumentan, llegando a cifras no vistas en años.
“No están perforando los terrenos. Están volviendo a comprar sus propias acciones en bolsa y no están haciendo inversiones. Exxon, empiece a invertir, empiece a pagar sus impuestos”, subrayó Biden.
Sus críticas llegan cuando los precios de la gasolina en Estados Unidos están en los 4,99 dólares de media (1,32 por litro), una de las cifras más altas jamás registradas, de acuerdo a la Asociación Automovilística del país (AAA, por su sigla en inglés).
Además, según datos publicados este viernes por la Oficina de Estadísticas Laborales, la inflación en Estados Unidos se disparó en mayo hasta el 8,6 %, su tasa más alta de los últimos 40 años.
Esa nueva escalada de los precios de consumo vino empujada sobre todo por el fuerte encarecimiento de la energía.
Biden atribuyó la subida de los precios a la guerra en Ucrania iniciada por el presidente ruso, Vladímir Putin, y argumentó que, pese a la elevada inflación, el mercado laboral se encuentra en una situación de fortaleza no vista desde la Segunda Guerra Mundial con un desempleo de solo el 3,6%.
“Entiendo que los estadounidenses se sientan ansiosos. Yo mismo crecí en una casa donde el precio de la gasolina había crecido y era de lo que hablábamos en la mesa. Y eso produjo una diferencia en los precios de la comida que subieron”, dijo el mandatario.
Biden suele recordar en sus discursos sus orígenes humildes en Scranton (Pensilvania) -su padre era vendedor de automóviles- en pleno corazón del cinturón industrial estadounidense.
Durante su visita, el presidente se reunió con los líderes de los puertos de Los Ángeles y de Long Beach, ambos en California, para abordar el tránsito de tanques con mercancías en esas instalaciones.
Los puertos de Los Ángeles y Long Beach, por donde entran el 40 % de contenedores de Estados Unidos, vivieron en 2021 meses de una situación de congestión causada por un aumento del comercio electrónico y problemas de personal en el marco de la pandemia.
Sin embargo, la congestión ha menguado y ahora el tiempo de procesamiento de las mercancías es mucho más rápido, según la Casa Blanca.