Washington, 1 sep (EFE).- Metido de pleno en la campaña de las elecciones legislativas de noviembre, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, arremetió este jueves contra la “amenaza” que supone el trumpismo para el país, durante un discurso en horario de máxima audiencia desde Filadelfia, considerada la cuna de la democracia estadounidense.
Aunque la Casa Blanca había afirmado que el objetivo del discurso no era hablar del expresidente Donald Trump (2017-2021), el líder demócrata acusó directamente al republicano y a sus seguidores de poner en peligro la democracia y de avivar la “violencia política”.
Lo hizo en un escenario muy simbólico, pues dio su solemne discurso frente al Salón de la Independencia de Filadelfia (Pensilvania), edificio donde se firmaron la Declaración de Independencia y la Constitución de Estados Unidos.
“Vine aquí esta noche en el lugar donde comenzó todo para explicar con claridad a la Nación las amenazas que enfrentamos y el poder que tenemos en nuestras manos para afrontarlas”, dijo el mandatario, con la mira puesta en los próximos comicios, en los que los demócratas aspiran a retener su ajustada mayoría en el Congreso.
BATALLA POR “EL ALMA” DE EEUU
El líder demócrata advirtió de que Trump y sus seguidores, conocidos como “MAGA” por el eslogan “Make America Great Again” (Hagamos EE.UU. grande de nuevo), “representan un extremismo que amenaza los cimientos” del país.
Denunció que “no respetan la Constitución ni la voluntad del pueblo”, pues a día de hoy siguen rechazando los resultados de las elecciones de 2020 en las que Biden se impuso a Trump.
“No puedes amar a tu país solo cuando ganas”, les espetó el presidente, quien estuvo acompañado por su esposa, Jill Biden, y otros familiares.
Aunque opinó que la mayoría de votantes republicanos no son extremistas, lamentó que el partido “hoy está dominado, conducido e intimidado por Donald Trump y esto es una amenaza para este país”.
También advirtió de que los republicanos más extremistas quieren hacer “retroceder” a Estados Unidos, de modo que las mujeres “no tengan derecho a decidir”, un tema que está muy presente en la campaña después de que la mayoría conservadora del Tribunal Supremo tumbara en junio el derecho constitucional al aborto.
Además, Biden acusó al trumpismo de haber “avivado las llamas de la violencia política” con el asalto al Capitolio de 2021, cuando una turba intentó frenar la ratificación de la victoria de Biden, y con las amenazas contra el FBI por el registro en la mansión de Florida de Trump en busca de documentos clasificados.
“Demasiado de lo que está ocurriendo en nuestro país no es normal”, consideró Biden quien prometió: “Como presidente, voy a defender nuestra democracia y pido que todos los estadounidenses se unan a mí”.
Algunas personas en las inmediaciones del evento abuchearon al presidente, que respondió: “Tienen derecho a hacer escándalo. Esto es una democracia”.
Y BATALLA POR PENSILVANIA
Poco antes de que el presidente saliera a hablar, el líder de los republicanos en la Cámara Baja, Kevin McCarthy, dio un discurso a modo de réplica en el que exigió a Biden disculparse por haber llamado “semifascistas” la semana pasada a los seguidores de Trump y lo acusó de ser él el que ataca la democracia.
“Durante los últimos dos años, Joe Biden ha lanzado un asalto al alma de Estados Unidos, a su gente y a sus valores más sagrados. Ha lanzado un ataque contra nuestra democracia”, reprochó el congresista desde Scranton, también en Pensilvania, localidad natal de Biden.
Este estado de la costa este se ha convertido en uno de los principales escenarios de la pugna electoral, puesto que puede decantar la balanza de la mayoría en el Senado, donde actualmente los demócratas y los republicanos están empatados con 50 escaños.
Antes de su discurso de este jueves en Filadelfia, Biden ya dio un mitin en Pensilvania el pasado martes, mientras que Trump desembarcará en el estado el próximo sábado.
En las elecciones de 2020, Biden ganó en Pensilvania, donde instaló su sede de campaña, pero en 2016 fue a parar a manos de Trump.
Por ello, el presidente no perdió la oportunidad y aprovechó su discurso en Filadelfia para presumir de lo que considera que son logros de su Administración, como la legislación para reducir la inflación, aprobada recientemente en el Congreso. EFE