Washington, 11 abr (EFE).- El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, arremetió este martes contra el juez federal de Texas que el pasado viernes emitió un fallo para frenar la comercialización de una píldora usada en más de la mitad de todos los abortos en el país.
“Lo que hizo el juez estuvo completamente fuera de lugar”, afirmó Biden al ser preguntado por la prensa antes de embarcar en el avión presidencial Air Force One para dirigirse a Irlanda del Norte y a la República de Irlanda.
La Casa Blanca ya había criticado la decisión del magistrado Matthew Kacsmaryk, nombrado por el expresidente Donald Trump (2017-2021), al considerar que pone en peligro la vida de las personas gestantes en Estados Unidos.
Además, la Casa Blanca cree que ese fallo restringe la habilidad de la Administración de Alimentos y Fármacos (FDA), el regulador médico de EE.UU., para aprobar el uso de medicamentos.
El Departamento de Justicia interpuso ayer lunes un recurso contra el fallo del juez de Texas ante la Corte de Apelaciones del Quinto Distrito, con sede en Nueva Orleans (Luisiana), y una de las más conservadoras del país.
Está previsto que el fallo del juez de Texas entre en vigor este viernes, en lo que supondrá un nuevo golpe al movimiento por los derechos reproductivos casi un año después de que el Tribunal Supremo de EE.UU. acabara con la protección constitucional del aborto.
Con el fin del precedente judicial “Roe contra Wade”, de 1973, cada estado empezó a proclamar diferentes leyes para prohibir o restringir el derecho al aborto.
Sin embargo, el movimiento contrario al aborto no se ha quedado ahí y ahora ha emprendido una nueva batalla para prohibir la terminación del embarazo con medicamentos.
En aquellos estados donde el procedimiento se había prohibido, algunas mujeres estaban recurriendo a píldoras porque son fácilmente accesibles, ya que se pueden recibir por correo postal.
Específicamente, el fallo del juez de Texas se dirige contra un medicamento llamado mifepristona, cuya comercialización fue aprobada por la FDA en 2000.
La FDA considera que ese medicamento es totalmente seguro; pero los activistas antiaborto alegan que presenta riesgos.
Nunca antes un juez había anulado las decisiones médicas de la FDA, cuyos criterios para aprobar medicamentos son un referente en todo el mundo.
El caso ha generado tanta preocupación por las consecuencias que pueda tener para la aprobación de otros medicamentos que 200 directivos de las farmacéuticas más importantes de EE.UU. publicaron ayer lunes una carta abierta en la que piden que el fallo del juez de Texas sea anulado.