Washington, 18 sep (EFE).- El presidente estadounidense, Joe Biden, afirmó este lunes que seguirá imponiendo costos a Irán “por sus acciones provocadoras” en la región del Golfo y celebró la reciente liberación de “cinco estadounidenses inocentes”.
“Hoy sancionamos al expresidente Mahmud Ahmadineyad y al Ministerio de Inteligencia iraní en virtud de la Ley Levinson por su participación en detenciones injustas. Y seguiremos imponiendo costos a Irán por sus acciones provocadoras en la región”, apuntó el mandatario en un comunicado.
Cinco ciudadanos estadounidenses abandonaron este lunes Irán como parte de un intercambio de diez prisioneros entre Washington y Teherán, que incluyó además la descongelación de miles de millones de dólares iraníes.
Los estadounidenses liberados en Irán son Siamak Namazi, Emad Shargi, Morad Tahbaz y dos más que han preferido no revelar su identidad.
Todos ellos abandonaron la cárcel el pasado agosto y fueron puestos bajo prisión domiciliaria en un hotel a la espera de que se concretaran los detalles del intercambio de prisioneros negociado entre el Gobierno estadounidense y el iraní en conversaciones llevadas a cabo en Omán y en Catar.
En el comunicado, Biden agradeció a los Gobiernos de Catar, Omán, Suiza y Corea del Sur por “sus incansables esfuerzos” para ayudar a lograr este resultado.
“Doy un agradecimiento especial al emir de Qatar, jeque Tamim bin Hamad, y al sultán de Omán, Haitham bin Tariq, quienes ayudaron a facilitar este acuerdo durante muchos meses de difícil diplomacia”, afirmó.
Biden recordó a los estadounidenses que “no regresaron, como el exagente del FBI que desapareció en Irán en 2007, Bov Levinson, que da nombre a la ley que permite sancionar a Irán por la retención de ciudadanos estadounidenses.
“Pido al régimen iraní que dé cuenta completa de lo que le ocurrió a Bob Levinson. La familia Levinson merece respuestas”, afirmó el presidente, quien recordó a todos los estadounidenses “el riesgo de viajar a Irán”. Los titulares de pasaportes estadounidenses, añadió, “no deberían viajar allí”.
Irán ha sido acusado de usar a presos con doble nacionalidad y extranjeros como medida de presión o para el intercambio de prisioneros con otros Estados, una práctica calificada de “diplomacia de los rehenes”.
En una entrevista con CNN, el portavoz de la Casa Blanca, John Kirby, afirmó que este acuerdo entre Irán y Estados Unidos “tristemente” no supone un acercamiento entre los dos países, que rompieron relaciones tras la revolución islámica iraní de 1979 y la toma de rehenes de la embajada estadounidense.
“No creo que debamos ver esto como una especie de medida de fomento de la confianza para mejorar la relación con Irán”, afirmó, pues el país todavía sigue protagonizando “comportamientos desestabilizadores” en la región del Golfo y, por ejemplo, proporciona drones a Rusia.
Washington y Teherán estuvieron negociando sin éxito el año pasado revivir el acuerdo nuclear de 2015, que fue abandonado unilateralmente por la Administración de Donald Trump (2017-2021) y tras lo cual Irán aceleró el enriquecimiento de uranio.
Estados Unidos ha negado que en estas últimas negociaciones para el intercambio de prisioneros se haya tocado el tema nuclear.
Las conversaciones se rompieron y la relación se tensó todavía más con la represión de las protestas que arrancaron hace un año en Irán por la muerte de la joven Masha Amini, motivo por el que Washington ha impuesto nuevas rondas de sanciones a Teherán, la última de ellas la semana pasada.