Ciudad de México, 18 jun (EFE).- Autoridades federales catearon este miércoles un inmueble en la ciudad de Coatzacoalcos, Veracruz, este de México, que operaba como una refinería clandestina, y recuperaron más de 500.000 litros de crudo.
El operativo fue resultado de trabajos de inteligencia de campo, vigilancia aérea y reconocimientos terrestres, según precisaron en un comunicado, y como parte de una acción conjunta del Gabinete de Seguridad federal con la Secretaría de Energía (Sener) y la estatal Petróleos Mexicanos (Pemex).
En el sitio, las autoridades identificaron una planta destinada al tratamiento de residuos industriales, reconvertida para procesar ilegalmente hidrocarburos como diésel artesanal, nafta ligera, solventes y combustóleo, sin permisos y con alto riesgo ambiental.
Por parte de las fuerzas de seguridad, la intervención fue coordinada por agentes de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), Secretaría de Marina (Semar), Guardia Nacional (GN), Fiscalía General de la República (FGR), y la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC).
Según la nota, se trataba de “un complejo utilizado como refinería a pequeña escala que contaba con equipo especializado, tuberías y tanques de almacenamiento, sin cumplir con las normas de seguridad vigentes”.
Las pruebas recabadas fueron suficientes para que un juez de control otorgara la orden de cateo.
Durante el despliegue se aseguraron siete tanques móviles de gran capacidad, cuatro tanques verticales, infraestructura especializada para la separación y traslado de hidrocarburos, así como aproximadamente 500.000 litros de crudo, equivalentes a unos 25 millones de pesos (casi 1,25 millones de dólares).
El inmueble quedó bajo resguardo policial y se notificó al Ministerio Público, quien continuará con las diligencias e integración de la carpeta de investigación correspondiente.
No se informó sobre personas arrestadas durante el cateo.
La operación refuerza la estrategia del Gobierno de México contra el robo y procesamiento ilegal de hidrocarburos, una práctica que ha generado pérdidas millonarias para el erario y daños a ecosistemas sensibles.
Según la petrolera estatal entre 2019 y 2024, la sustracción ilegal de combustibles ha costado a Pemex más de 75.710 millones de pesos (casi 3.786 millones de dólares) y solo en el primer trimestre del año esta cifra ascendió a los 5.471 millones de pesos (unos 274 millones de dólares).
De acuerdo con datos de la Organización Nacional de Expendedores de Petróleo (Onexpo), el combustible ilegal que se encuentra en el mercado mexicano es alrededor del 30 %.