Raleigh, NC.- El Departamento de Salud y Servicios Humanos de Carolina del Norte (NC DHHS) está agregando ubicaciones de prueba en todo el estado para expandir su recolección de aguas residuales para analizarlas y mostrar la presencia de enfermedades en una comunidad.
Durante la pandemia, las pruebas de aguas residuales pudieron mostrar dónde estaba presente una gran cantidad de virus COVID-19 en lo que la gente tiraba. No fue hasta diciembre de 2021 cuando los funcionarios de salud estatales dijeron que los datos de aguas residuales se volvieron confiables para ayudarlos a predecir posibles aumentos en la propagación viral.
NUEVO RECURSO
El éxito de las pruebas de COVID inspiró al estado a expandirse de 24 sitios de recolección a 37 sitios, y a realizar pruebas para detectar más riesgos para la salud, como la gripe.
“Las personas con COVID-19 arrojan partículas virales en sus heces”, afirma el sitio web del NCDHHS. “Estas partículas virales son piezas del virus SARS-CoV-2, que causa el COVID-19 cuando aún está intacto. En las aguas residuales, las partículas ya no son infecciosas, pero aún se pueden medir”.
A finales de este año, el estado planea realizar pruebas piloto de aguas residuales para detectar la gripe. Las posibilidades futuras incluyen analizar las aguas residuales para detectar otras enfermedades infecciosas y opioides.