Miami, 29 oct (EFE).- Una amplia zona de baja presión ubicada en el norte de Venezuela y sobre el Mar Caribe podría convertirse en depresión tropical en los próximos días, alertó este sábado el Centro Nacional de Huracanes (NHC, en inglés) de Estados Unidos.
La perturbación ciclónica avanza lentamente hacia el oeste o hacia el oeste-noroeste sobre el Mar Caribe central y ya está produciendo una gran área de lluvias y tormentas eléctricas desorganizadas, detalló el observatorio.
Se prevé que las condiciones ambientales sean propicias para su desarrollo, con un 70 % de probabilidades de formación en cinco días, aunque es probable que la depresión tropical se forme a principios de la próxima semana, añadió.
Independientemente del desarrollo, alerta el NHC, con sede en Miami, Florida, es posible que llueva fuerte localmente durante partes de las Antillas Menores, las Islas Vírgenes y Puerto Rico durante este fin de semana.
Por otro lado, en el Atlántico oeste, un área de baja presión ubicada unas 150 millas (241 km) al oeste-noroeste de las islas Bermudas está produciendo lluvias y tormentas eléctricas, mientras comienza a interactuar con un frente cercano a este sistema.
Se pronostica que los vientos en niveles altos aumentarán sobre el sistema entre esta tarde y la noche de este sábado, aunque no se prevé un mayor desarrollo. Sus probabilidades de crecimiento son bajas en un lapso de cinco días, de un 20 %.
El último ciclón en la cuenca atlántica en esta temporada, que termina este 30 de noviembre, fue Karl, una tormenta tropical que azotó a mitad de octubre la costa mexicana del Golfo de México.
Desde su formación en el centro del Caribe en septiembre pasado, Ian, el cuarto huracán de 2022, dejó una estela de destrucción, especialmente en el oeste de Cuba y Florida, donde cruzó de oeste a este la península para alcanzar el Atlántico.
Ian tocó tierra en el suroeste de Florida (EE.UU.) el 28 de septiembre como un huracán de categoría 4 en la escala Saffir-Simpson, de un máximo de 5, y causó 119 muertes y miles de millones de dólares en daños materiales en el estado sureño.
Tras cruzar la península de oeste a este, salió al Atlántico e impactó después en Carolina del Sur.