Redacción Deportes (EEUU), 16 jun.- Adam Hadwin lidera el Abierto de Estados Unidos tras la primera jornada disputada este jueves, que cerró con una tarjeta de 4 golpes bajo par, completando un festival de ‘birdies’ -hasta cinco entre los hoyos 4 y 9-, para situarse en cabeza y en solitario y ver con cierto vértigo la calidad de los nombres que le persiguen a solo un golpe.
Fue la sorpresa de la jornada en The Country Club de Brookline (Massachusetts) ya que Hadwin llegaba al torneo desde la lista alternativa y nunca ha terminado un ‘major’ entre los veinte primeros clasificados.
Es además el primer canadiense en liderar un torneo de esta categoría desde que lo hiciera Mike Weir en 2009.
Rory McIlroy es quien abandera ese grupo perseguidor con otros cuatro jugadores.
El norirlandés transmitió las mismas buenas sensaciones que el pasado fin de semana en Canadá con una tarjeta de tres golpes bajo par, un resultado que coincide con el mismo que ya tuviera en los días inaugurales de los cuatro ‘Majors’ que adornan sus vitrinas.
“He jugado muy buen golf durante 17 hoyos, lástima por el ‘bogey’ del 18. Es un buen inicio de torneo. He venido muy relajado y eso es bueno”, apuntó.
Comparten posición en la tabla con McIlroy el sueco David Lingmerth, el inglés Callum Tarren, el estadounidense Joel Dahmen y el sudafricano MJ Daffue. Todos ellos consiguieron 67 golpes, tres menos que los 70 que componen el par de este histórico campo.
SONRÍE RAHM
Con un golpe bajo el par comenzó su participación Jon Rahm, que defiende en el Abierto de Estados Unidos su título del año pasado.
Rahm tuvo un primer tramo de recorrido excelente, muy preciso en su drive y logrando ponerla en los pequeños greenes de Brookline, lo que él mismo había destacado como una de las claves para esta edición.
En los primeros nueve hoyos, Rahm logró tres ‘birdies’ en el 5, 6 y 8; y en la segunda parte del día bajó ligeramente su rendimiento, visitando más el ‘rough’ y sumando un ‘bogey’ en el 15 que logró compensar con un último ‘birdie’ en el hoyo 18 gracias a un ‘putt’ de larga distancia que le hizo finalizar con el puño en alto recordando a aquel último día en Torrey Pines (California) en 2021.
Con semblante relajado y cara de satisfacción al finalizar su recorrido, Rahm valoró el resultado del primer día.
“Ha sido un día bueno para lo que es Abierto de EE.UU. He empezado jugando muy bien y muy cómodo en los primeros ocho hoyos. Una vez que ha subido el viento era más para hacer pares y seguir”, explicó.
“Una pena no haber aprovechado las bolas que he puesto en calle en el 9, 10, 12 y 15. Son hoyos en los que he hecho par y podría haber tenido mejor opción de hacer ‘birdie’ (…). Estoy ahí, sobre todo con ciertos golpes malos, he hecho lo que tenía que hacer y he tenido mis opciones. Cada vez que des bajo par en el US Open será bienvenido”, agregó.
La anécdota del día la protagonizó el propio Rahm en el hoyo 18 cuando unos niños decidieron que podía ser buena idea llevarse su bola, que había caído fuera del ‘fairway’.
El de Barrika sonreía al ser preguntado por ello y tenía claro quién podía haber sido.
“Reconocí a los dos niños que corrían en sentido contrario con una sonrisa en la cara. Estoy cien por cien seguro de que eran los que me la robaron”, comentó sobre una jugada que dropeó sin penalización y que quedó en anécdota gracias a que se pudo chequear dónde había aterrizado ese golpe.
CARA Y CRUZ PARA EL RESTO DE HISPANOS
El chileno Mito Pereira, debutante en el Abierto de Estados Unidos, parece recuperar las buenas sensaciones que ya mostró en el Campeonato de la PGA, donde terminó tercero tras llegar como líder a la última jornada.
De momento marca el par del campo en su tarjeta y fue el más destacado de su partido, que compartió con el surcoreano Sungjae Im (+2) y el sudafricano Erik Van Rooyen (+8).
Al margen de Rahm, los demás españoles no tuvieron un buen arranque y afrontan el viernes con la intención de pasar el corte.
Sergio García lo tendrá difícil con +4, tras pasar apuros entre los hoyos 14 y 16 con tres ‘bogeys’ consecutivos, mientras que Adri Arnaus entregó una tarjeta de +6 con sendos ‘bogeys’ y deberá dar una exhibición de golf en segunda ronda si quiere prolongar su aventura en Brookline.
Por su parte, el colombiano Sebastián Muñoz completó con +4 un papel muy discreto y peleará también por entrar en el corte en tanto que el chileno Joaquín Niemann apareció en la zona noble de la tabla durante gran parte de su recorrido, al conseguir un impresionante ‘eagle’ en el ocho y previamente un ‘birdie’ en el 6, pero sufrió en exceso en las últimas banderas con tres ‘bogeys’ en los hoyos 15, 17 y 18 para terminar con un golpe sobre el par del campo.
Además, este jueves hubo que lamentar el abandono por enfermedad del mexicano Abraham Ancer antes de saltar a The Country Club.
Esta edición del Abierto de Estados Unidos supone el primer cruce entre partidarios del nuevo circuito saudí del LIV Golf y los del tradicional de la PGA.
Por ello, se presentaba la duda sobre cómo sería recibido, por ejemplo, una leyenda como Phil Mickelson en su primer torneo en suelo estadounidense después de haber tomado la decisión de participar en el LIV Golf.
Puede haber perdido sus privilegios del PGA Tour, sus patrocinadores e incluso el respeto de algunos profesionales y medios de comunicación, pero sigue manejando la escena como nadie y así se le vio en Brookline ovacionado por el público a cada paso y entrando en sintonía con ellos devolviéndoles gestos de cariño y complicidad. EFE
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