Miami, 22 ago (EFE).- Ada Limón se convertirá el próximo 29 de septiembre en la primera mujer de origen latinoamericano en la prestigiosa lista de los poetas laureados de Estados Unidos, distinción de la Biblioteca del Congreso que ella agradece al “duende” y a su abuelo mexicano.
“Para mí, el arte sale de adentro, como decía (Federico García) Lorca. Sale de mi duende. No es una musa o una inspiración. Mi poesía sale de mí y nunca sola”, dice Limón en una entrevista con Efe.
A su lado siempre está su abuelo mexicano Francisco Limón.
“Él amaba la música, las artes. Era apasionado por el flamenco y era fanático de Chavela Vargas. La música en su casa fue una de las primeras formas en las que la poesía entró a mi vida”, recuerda al hablar del padre de su padre, oriundo de Jalisco.
Por años, Ada Limón pensaba que tendría un destino similar al de su abuelo. Su duende sólo podría salir disfrazado de ocio y no de pasión de vida. Y es que nunca pensó que podría vivir de su arte.
Por eso, el ser una poeta con éxito financiero ya le parecía “suficiente regalo de la vida”, y el ser ahora nombrada la “laurate poet” de Estados Unidos es “algo inimaginable, un regalo indescriptible”.
“En especial porque esto no es algo que se busque o a lo que uno se postule. Esto es algo que llega”, explicó la poeta de 46 años.
Los poetas laureados, que tienen un salario anual, presentan la temporada literaria anual en la Biblioteca del Congreso, a comienzos de otoño, con una lectura de sus propias obras.
Cuando Ada Limón reciba la investidura como la vigésimo cuarta poeta laureada de la Biblioteca del Congreso de Estados Unidos, la más importante del país, leerá en el Auditorio Coolidge de la institución algunos de sus poemas. Es una de las tradiciones que dan inicio ese periodo anual.
Con ella estarán sus ancestros. Entre ellos, el abuelo Frank, a quien escribió “Heart on Fire”.
Aunque considera que su español no es lo suficientemente bueno para dar entrevistas o escribir poesía, la artista conoce el efecto de haber crecido bilingüe.
“El lenguaje muchas veces no es suficiente para expresar lo que sentimos. Y, en esos casos, cuando busco las palabras para expresarme, encuentro esos términos resbaladizos que un idioma toma prestado del otro”, manifestó.
Ada Limón creció en su natal estado de California, tuvo una vida profesional como redactora de mercadotecnia en Nueva York, hasta que el amor la llevó a Kentucky.
POESÍA PARA SANAR
Lucas Marquardt, su esposo, es un videógrafo especializado en caballos pura sangre. La profesión de él hizo que la pareja se mudara a Lexington, en el estado de Kentucky, considerado el epicentro de la vida equina estadounidense.
“La naturaleza es la catalizadora de mucha de mi obra y aquí es más fácil hacer la conexión que en Nueva York”, reconoce, aunque la Gran Manzana también fue generosa con su obra.
Limón tiene seis libros de poesía. “The Carrying”, publicado en 2018, ganó el premio nacional de poesía del National Book Critics Circle Award.
La escritora presenta también el podcast The Slowdown, en el que comparte el trabajo de otros poetas y que nació como iniciativa de otra Poeta Laureada, Tracy K. Smith, quien ocupó el puesto entre 2017 y 2019.
Su más reciente publicación, “The Hurting Kind”, escrita durante el confinamiento de la pandemia, es precursora de lo que considera su nueva misión como poeta oficial del país.
“Los tiempos que estamos viviendo nos han dejado a todos con grandes heridas, con constantes heridas nuevas. Lo que quisiera realzar en mi periodo es que la poesía sirve para expresar esos dolores y nos ayuda a sanar”, manifestó.
“The Hurting Kind” es una colección de poemas en los que sus observaciones de los elementos que forman parte de su cotidianidad se entrelazan con recuerdos.
Ada Limón se sentiría satisfecha cuando entregue el título de Poeta Laureada si “hay más personas que se acerquen a la poesía para manejar la angustia de estos tiempos tan difíciles, que entiendan que la poesía es algo cercano que sana y ayuda”.