Nueva York, 8 mar (EFE).- La firma estadounidense Silvergate Capital anunció este miércoles que va a cerrar y liquidar su banco especializado en criptomonedas, Silvergate Bank, que en los últimos días se había desplomado en bolsa tras admitir problemas para seguir operando como consecuencias de las dificultades que atraviesa el sector.
“A la luz de recientes acontecimientos en la industria y regulatorios, Silvergate cree que un cierre ordenado de las operaciones del banco y una liquidación voluntaria del banco es el mejor camino”, señaló en un comunicado la compañía con sede en La Jolla (California, EE.UU.).
Silvergate aseguró que el plan de cierre y liquidación “incluye el reembolso total de todos los depósitos” y dijo además que está estudiando cómo resolver reclamaciones y preservar el valor residual de sus activos, incluida su tecnología patentada.
El anuncio se produjo después de que la semana pasada Silvergate dijese al regulador bursátil que no podría presentar a tiempo su informe anual de 2022 y apuntase que estaba evaluando su capacidad para seguir operando.
Esa información hundió las acciones de la compañía, que hoy volvían a desplomarse en las operaciones electrónicas posteriores al cierre de Wall Street, una vez que se conoció el nuevo anuncio.
El banco se ha visto afectado, entre otras cosas, por el derrumbe de la plataforma de criptomonedas FTX y está siendo investigado por las autoridades estadounidenses por sus negocios con esa firma y su brazo de inversión, Alameda Research.
FTX y Alameda están acusadas de fraude y varios de sus responsables se han declarado ya culpables, mientras que el que fue su máximo responsable, Sam Bankman-Fried, está en libertad vigilada a la espera de juicio.
En medio de una crisis de confianza en el sector, Silvergate -una de las pocas entidades de Estados Unidos especializadas principalmente en el negocio cripto- ya se vio forzada a deshacerse de acciones para satisfacer las retiradas de fondos de usuarios de criptomonedas.
Según sus cuentas provisionales, Silvergate sufrió en 2022 una pérdida neta de casi 1.000 millones de dólares, frente a unos beneficios de 75,5 millones el año anterior.