Ciudad de México, 24 dic (EFE).- Los pasillos de la Central de Abasto de la Ciudad de México, la más grande de América Latina, se abarrotan de personas que acuden a hacer sus compras para las fiestas decembrinas en busca de variedad y mejores precios que en los grandes supermercados.
“Siempre venimos porque es más barato y encuentra uno de todo para Navidad y fin de año, nosotros venimos cuando tenemos alguna fiesta”, dijo a EFE Adolfo Cortés, quien llegó a la Central desde muy temprano con su esposa para hacer las compras para Nochebuena y Navidad.
Como él, cada año miles de personas eligen la Central de Abasto y llegan desde lugares alejados en busca de todo lo necesario para preparar el mejor banquete para la familia, en un país donde la convivencia en estas fechas tiene gran importancia, especialmente después de varios años complejos por la pandemia de covid-19.
Otra compradora, Patricia Méndez, acudió a este enorme mercado para comprar los ingredientes del tradicional ponche, que lleva naranja, guayaba y caña de azúcar, entre otros ingredientes.
Ella coincide con Adolfo en que la enorme variedad de productos es el punto fuerte de este gigante lugar, y también los precios. “Es un poco más barato aquí, por eso venimos hasta acá”, compartió Patricia.
En noviembre la inflación en México se moderó, pero sigue apretando al bolsillo, al ubicarse en 8,14 %.
Para muchos mexicanos este aumento en los precios es todavía mayor en los grandes supermercados y, aunque implique moverse más y emplear más tiempo, deciden acudir a la Central de Abasto.
“Pues aquí es igual (el precio) casi siempre, es lo mismo, en temporada sube un poco pero no es algo que llegue a hacer mella en el bolsillo. En supermercados (…) ahí sí está más caro”, añadió Adolfo.
Y quienes tienen claras las variaciones en los precios son las personas que trabajan en los cientos de puestos a diario. Varios aseguraron a EFE que este año no están demasiado altos los precios en general, pero que sí se nota la subida, aunque menos que en los supermercados.
Jorge Marín trabaja en un puesto de fruta y verdura y comenta que “sí subieron los precios en general” y “la gente está descontenta”, por lo que las ventas no están tan altas como otros años.
Los pasillos se ven llenos, pero los comerciantes aseguran que menos que otros años. “El año pasado no se podía ni caminar”, dijo Sonia, trabajadora de un puesto de verduras.
Ambos coinciden, como los clientes, en que el punto fuerte de la Central es la enorme variedad.
Este mercado opera todos los días desde las 4.00 hasta las 18.00 horas y alberga una cantidad aproximada de 122.000 toneladas de productos.
La sección de frutas y hortalizas es la más grande, pero en los múltiples pasillos se puede encontrar también cárnicos, productos lácteos, frutos secos y flores, entre muchos otros.
La Central de Abasto fue inaugurada en noviembre de 1982.