Redacción Deportes, 1 dic (EFE).- La Policía de Tampa emitió este jueves una orden de arresto por agresión en un incidente doméstico contra Antonio Brown, exjugador de los Tampa Bay Buccaneers, y espera afuera de su residencia para arrestarlo.
“No vamos a ninguna parte”, advirtió la policía con un megáfono para instar a Brown a entregarse. Las autoridades dijeron que han llamado a la puerta de la casa del jugador sin respuesta.
La orden de agresión por un delito menor que se emitió este jueves temprano se deriva de un incidente entre Antonio Brown y una mujer que se presume es la madre de los hijos del ex de los Bucs.
El receptor de 34 años, que es agente libre, arrojó un zapato hacia la cabeza de la mujer que alcanzó a golpearla en la parte trasera de su cabeza y luego la dejó afuera de la residencia ubicada en el sur de Tampa.
La policía explicó que luego del incidente Brown colocó un aviso de desalojo informal en la puerta dirigido hacia la mujer que estaba en el jardín junto con los pequeños. Brown se ha negado a salir de la residencia, agregó la policía.
La polémica ha acompañado al jugador a lo largo de su carrera que empezó en los Pittsburgh Steelers en el 2010, siguió en los Patriots en 2019 y Buccaneers entre 2020 y 2021, equipo en el que fue campeón en el Super Bowl LV.
Antonio Brown fue cortado por los Tampa Bay Buccaneers el 6 de enero pasado después de una rabieta en el duelo ante los New York Jets. El receptor se despojó de su uniforme, arrojó su jersey y guantes a las gradas, y luego corrió hacia los vestuarios.
El año pasado pagó 1.2 millones de dólares a un conductor de un camión de mudanzas del condado de Broward después de agredirlo.
En octubre pasado circuló un vídeo en las redes en el que dentro de una piscina el jugador se acerca a una mujer y sin ropa interior le pone el trasero a la altura de la cara, mientras ella trata de evitarlo.
Después de eso desplazó a la mujer a un costado de la piscina y le mostró sus partes íntimas; esto sucedió en un hotel en Dubai.
En el 2020 fue suspendido por violar la política de conducta personal de la NFL tras ser acusado de agredir sexualmente a una exentrenadora, el caso se resolvió con un acuerdo confidencial.