Washington, 22 nov (EFE).- La Casa Blanca no se opondrá si algún congresista de la próxima legislatura quiere visitar Taiwán, como lo hizo hace unos meses la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi.
“El poder ejecutivo no se interpondrá en el camino, como no lo hicimos con la presidenta Pelosi, de cualquier miembro del Congreso”, apuntó este martes el portavoz de la Casa Blanca, John Kirby, en una conversación con medios.
Así, independientemente de quién sea elegido como el nuevo presidente de la Cámara Baja estadounidense, respetarán un posible viaje, si es su deseo. “Cualquier miembro del Congreso tiene derecho a viajar al extranjero, incluido Taiwán, si así lo desea”, apuntó.
Kirby respondió así a una pregunta de la prensa sobre cuál será la postura de la Casa Blanca si el futuro nuevo presidente de la Cámara, que será republicano, tras las elecciones del pasado 8 de noviembre, decide visitar la isla.
Pelosi, que anunció la semana pasada su paso a la segunda línea política al renunciar a ser elegida líder de los demócratas en esta cámara la próxima legislatura, visitó Taiwán el pasado mes de agosto, un viaje que hizo aumentar las tensiones entre Washington y Pekín.
China, que calificó la visita de Pelosi como “farsa” y “traición deplorable”, reclama la soberanía de la isla autogobernada y considera a Taiwán una provincia rebelde desde que los nacionalistas del Kuomintang se replegaron allí en 1949, tras perder la guerra civil contra los comunistas.
El presidente Xi Jinping respondió a la visita con los mayores ejercicios militares en torno a la isla en décadas, además de sanciones comerciales sobre Taipéi y la suspensión de varios diálogos de alto nivel entre China y EE.UU, entre ellos los de defensa y cambio climático.
El pasado 14 de noviembre Xi y Joe Biden escenificaron, en los márgenes de la cumbre del G20 en la isla indonesia de Bali un acercamiento y reafirmaron su voluntad de trabajar juntos para rebajar las tensiones.
Y este martes los responsables de Defensa de EE.UU. y China, Lloyd Austin y Wei Fenghe, dieron un paso más en la senda de la distensión entre los dos potencias con una reunión en Camboya tras la que Pekín, sin embargo, volvió a dejar clara la línea roja de Taiwán en sus relaciones.
El encuentro, el tercero entre altos cargos de ambas potencias en los últimos ocho días, se produjo en la ciudad camboyana de Siem Reap, en los márgenes de la cumbre de ministros de Defensa de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN), a la que ambos están invitados.