Washington, 4 nov (EFE).- El secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, negó este viernes que tenga discrepancias con Alemania por la ayuda a Ucrania ante la invasión rusa ni por el viaje a China del canciller alemán, Olaf Scholz.
“No puedo más que aplaudir lo que Alemania ha hecho por la defensa de Ucrania. Durante estos últimos nueve meses, Alemania ha sido uno de los mayores donantes de Ucrania”, dijo el líder de la diplomacia estadounidense en una rueda de prensa al concluir la reunión de ministros de Exteriores del G7 en Münster, oeste de Alemania.
Cuestionado por las críticas a Berlín por no mandar suficiente ayuda militar a Kiev, Blinken respondió que “Alemania ha sido uno de los aliados y líderes más fuertes” en la respuesta a la invasión rusa de territorio ucraniano.
Citó el envío por parte de Alemania de apoyo humanitario y de asistencia “crucial” en materia de seguridad, además de los varios paquetes de sanciones impuestas por la Unión Europea (UE) contra el Gobierno del presidente ruso, Vladímir Putin.
Blinken añadió que la coordinación que tiene con la ministra alemana de Relaciones Exteriores, Annalena Baerbock, “no podría ser más fuerte”, y encomió su “liderazgo pragmático”.
El secretario de Estado también fue preguntado sobre si el viaje de Scholz a China mientras tenía lugar la reunión del G7 en Alemania ponía en cuestión la unidad de los países occidentales frente a Pekín.
“Lo que hemos visto es una convergencia creciente durante los últimos dos años entre Estados Unidos y Europa cuando se trata de China que se ha manifestado de muchas maneras”, respondió el titular estadounidense de Exteriores.
Blinken afirmó además que Estados Unidos “apoya firmemente” el objetivo del viaje de Scholz a Pekín que, dijo, incluía pedir al presidente chino, Xi Jinping, que disuada a Putin de utilizar armas nucleares en Ucrania.
“En las conversaciones con Alemania y con los socios del G7 he visto un creciente alineamiento sobre China”, reiteró.
Scholz mostró este viernes su disposición a cooperar con China pero pidió también a Pekín que ejerza “su influencia” sobre Rusia para parar la guerra en Ucrania, además de sacar a relucir diferencias entre ambos como los desequilibrios comerciales y los derechos humanos.
El canciller alemán fue el primer líder del G7 que visita China desde el inicio de la pandemia de covid-19.