Nueva York, 31 oct (EFE).- La empresa del expresidente estadounidense Donald Trump culpó este lunes en exclusiva a su exdirector financiero de los delitos de fraude fiscal por los que está acusada durante la primera jornada de interrogatorios en el juicio al que se enfrenta en un tribunal de Nueva York.
Susan Necheles, una de las abogadas de la Organización Trump, señaló al exejecutivo Allen Weisselberg como el responsable en solitario de estas irregularidades en su alegato inicial, que llegó después de que durante la semana pasada se seleccionase al jurado que se encargará de juzgar este esperado caso.
“Esto empezó con Allen Weisselberg y terminó con Allen Weisselberg”, señaló Necheles, citada por medios locales, adelantando la que será la estrategia de la defensa de la compañía.
Weisselberg, que trabajó durante décadas para el negocio del expresidente y que estaba acusado junto a la Organización Trump, se declaró culpable y como parte de un pacto con la Fiscalía deberá aparecer como testigo en este juicio.
La empresa y el directivo fueron acusados el pasado verano de operar durante más de 15 años una trama de evasión fiscal, en la que supuestamente pagaban a ejecutivos “por debajo de la mesa”, dándoles una parte importante de sus compensaciones de forma que se pudiese reducir el pago de impuestos.
La Organización Trump, según admitió su exdirector financiero, pagaba a esas personas sueldos más reducidos -con lo que reducía sus impuestos de plantilla- y a la vez les ofrecía compensaciones al margen que no se notificaban adecuadamente a las autoridades.
La abogada de la compañía buscó también este lunes distanciar al propio Trump de este caso, subrayando que se presentarán pruebas claras de que el magnate “no sabía que Allen Weisselberg estaba cometiendo fraude con sus impuestos personales”.
Mientras, en su presentación inicial, la Fiscalía del distrito de Manhattan detalló sus acusaciones y los supuestos pagos libres de impuestos que recibieron Weisselberg y otros responsables de la empresa, como por ejemplo vivienda gratis, vehículos de lujo o escuelas privadas para sus familias.
“Este caso trata de avaricia y de hacer trampas”, señaló la fiscal Susan Hoffinger, citada por medios locales, y destacó que el sistema de pagos ideado era “inteligente, pero ilegal”.
Está previsto que el juicio se prolongue durante varias semanas y, a priori, no se espera que en él aparezca Trump.
De ser condenada en este juicio, la compañía puede ser multada con más de un millón de dólares y sufrir ciertas limitaciones a la hora de operar sus negocios.
Este caso es resultado de los primeros cargos que se presentaron fruto de las investigaciones sobre las operaciones de la Organización Trump, pero no el único.
El pasado mes la fiscal general de Nueva York, Letitia James, acudió a un tribunal para acusar a la empresa, a Trump y a tres de sus hijos adultos de obtener fraudulentamente préstamos, beneficios de seguros y pagar impuestos más bajos.