Nueva York, 4 oct (EFE).- La ciudad de Nueva York trasladará las carpas que ha construido para albergar a inmigrantes, que aún no están operativas, a la zona de Randall´s Island (frente a Harlem) para alejar así el riesgo de inundaciones que existían en el anterior emplazamiento donde fueron levantadas hace apenas unos días.
En un comunicado emitido la pasada noche, el alcalde Eric Adams reconoce que existían dos problemas en el sitio elegido en primer lugar, en Orchard Beach (Bronx): el riesgo de inundaciones y la lejanía de líneas de transporte público, dos cuestiones que habían sido señaladas desde el primer momento por varias organizaciones de apoyo a los migrantes.
El pasado viernes, la congresista Alexandria Ocasio-Cortez, rival de Adams en el Partido Demócrata, criticó la elección de Orchard Beach, aunque sin poner en duda la necesidad de alojar a todos estos inmigrantes llegados principalmente en los dos últimos meses.
A pesar de la improvisación que ha envuelto toda esta operación, Adams sostiene que las carpas “estarán operativas en aproximadamente el mismo plazo” que el anunciado previamente, es decir, dentro de una semana.
Adams asegura que son ya 16.000 los inmigrantes “solicitantes de asilo” llegados a Nueva York, casi todos procedentes de Texas en envíos organizados por el gobernador Greg Abbott mediante decenas de autobuses fletados a las que él llama “ciudades progresistas”, gobernadas por alcaldes demócratas.
Si bien la mayoría de inmigrantes enviados por Abbott tuvieron Washington como destino inicial, al final la gran mayoría han terminado en Nueva York, según dijeron a Efe fuentes de la Alcaldía, debido a dos razones: la obligación legal de la ciudad de no dejar a nadie sin techo y la mayor oferta laboral disponible casi de inmediato en sectores como la construcción o el servicio en restaurantes.
El levantamiento de carpas no va a solucionar el problema de la presión sobre el sistema de albergues, que ha obligado a la Alcaldía a abrir 39 albergues de emergencia y a plantearse incluso la posibilidad de alojar a los inmigrantes en grandes barcos de cruceros, extremo este aún no confirmado oficialmente.
El alcalde Adams ha prometido en su último comunicado que, pese a toda la presión sobre el sistema público de alojamiento, seguirá proveyendo “alojamiento, servicios médico, educación y muchos otros servicios”.