Los Ángeles (EE.UU.), 27 sep (EFE).- El Cincinnati sumó este martes su undécimo partido seguido sin conocer la derrota en la MLS al empatar 1-1 y a domicilio frente a los Seattle Sounders, que se quedan prácticamente sin opciones de entrar en los playoffs de la Conferencia Oeste.
Con cuatro victorias y siete empates en sus últimos once encuentros, el Cincinnati sigue en racha y es ahora quinto del Este con 46 puntos mientras que el Seattle es noveno en el Oeste con 40 puntos y está a 5 puntos del séptimo, un Minnesota United que marca en estos momentos el acceso a las eliminatorias.
Los Sounders solo tienen que jugar dos partidos más en la temporada regular y están a punto de quedarse fuera de los playoffs de la MLS por primera vez en su historia (empezaron a competir en 2009).
Ya sin margen de error, los locales salieron con más convicción y llevaron el peso del partido en el inicio.
Sin embargo, el brasileño Brenner se aprovechó en el minuto 24 de un error de la presión alta de los Sounders y marcó el primero para el Cincinnati después de un pase del argentino Luciano Acosta que le dejó solo ante el portero.
Ya en la segunda parte, el colombiano Freddy Montero igualó el duelo en el 58 con un soberbio disparo desde el pico del área que entró como un torpedo por la escuadra.
El Seattle tenía en esos momentos el viento a favor y Cristian Roldán acarició el segundo para su equipo pero su cabezazo tras una buena diagonal se marchó desviado.
Cuando mejor parecían estar los Sounders llegó en el 69 la expulsión por roja directa de Kelyn Rowe, que derribó como último hombre al brasileño Sergio Santos cuando este se iba ya sin oposición hacia la portería.
A partir de ahí se rompió el partido y ambos equipos tuvieron sus oportunidades para llevarse los tres puntos pero ninguno de los dos tuvo el acierto necesario.
Montero estuvo a punto de repetir golazo de fuera del área con una falta que se marchó fuera por muy poco y Santos tuvo una ocasión inmejorable en el 93 pero su remate en el área pequeña a “un pase de la muerte” se fue por encima del larguero cuando parecía más difícil fallarla que meterla.