Miami, 15 sep (EFE).- Los abogados defensores de Nikolas Cruz, el autor confeso de la matanza de 17 personas en una escuela secundaria de Parkland (EE.UU.) en febrero de 2018, concluyeron la exposición de su caso al cabo de once días de testimonio que estuvieron centrados en resaltar el daño fetal por exposición al alcohol que sufrió el ahora acusado.
Los abogados de Cruz cerraron su caso al cabo de once días de testimonios y de forma intempestiva, tras haber llamado al estrado solo a unas 26 personas del total de las 80 que anunciaron hace menos de dos semanas, cuando comenzaron su argumentación en el tribunal de Fort Lauderdale, a unos 40 kilómetros de Miami, donde se ventila el caso.
La jueza estatal encargada de la fase de sentencia, Elizabeth Scherer, calificó de “poco profesional” el anuncio hecho el miércoles por la defensa, que no informó previamente de su decisión ni a la magistrada ni a la Fiscalía.
“Nunca había experimentado tal nivel de falta de profesionalismo en mi carrera”, señaló la jueza, visiblemente contrariada, lo que dio pie a una airado cruce de acusaciones con la abogada defensora Melisa McNeill, encargada del anuncio.
Preguntado sobre su parecer tras el anuncio de sus abogados, Cruz, ahora de 23 años, respondió de forma afirmativa: “Creo que estamos bien así”, dijo.
La jueza convocó a los doce miembros del jurado para el próximo 27 de septiembre, cuando se prevé la Fiscalía haga su refutación.
Los abogados de la Fiscalía, encabezados por Michael Satz, cerraron la exposición de su caso el pasado 4 de agosto, tras doce días de testimonios de 91 expertos, detectives, testigos y familiares de las víctimas, entre otros.
La Fiscalía solicita la pena capital y alega que los factores agravantes en este caso son sólidos para que Cruz sea sentenciado con la pena de muerte.
Durante los once días de testimonios, la defensa ha elaborado una estrategia basada en destacar que el consumo de alcohol y drogas por parte de la fallecida madre biológica de Cruz, Brenda Woodard, mientras estaba embarazada del autor de la masacre llevó a éste a cometer el crimen en la escuela secundaria.
Para ello llamó a expertos como Kenneth Jones, uno de los principales expertos del espectro alcohólico fetal, y quien estimó en la corte que los médicos de Cruz no le diagnosticaron correctamente el trastorno y por tanto nunca recibió el tratamiento adecuado.
Varios maestros de preescolar testificaron también que Cruz, de niño, tenía dificultades para usar utensilios y correr sin caerse. Fue diagnosticado, además, con trastorno por déficit de atención con hiperactividad y los maestros testificaron que era un chico extremadamente ansioso y tenía problemas para hacer amigos.
McNeill recordó en el proceso que los especialistas y trabajadores sociales de la secundaria Marjory Stoneman Douglas, donde se produjo la matanza, alertaron de los problemas emocionales del joven y de su persistente fijación con las armas, cuando éste ya era alumno de esta escuela de más de 3.300 estudiantes.
La defensa cree que ello constituyen factores mitigantes y por tanto Cruz, que en octubre ya se declaró culpable de 17 cargos de asesinato, debe ser condenado a cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional.
Para la pena capital se necesitan los 12 votos del jurado.