Nueva York, 26 ago (EFE).- Un total de 150 obras de la colección del cofundador de Microsoft Paul Allen, fallecido en 2018, serán subastadas el próximo noviembre por la casa Christie’s en una puja “histórica” en la que se espera recaudar 1.000 millones de dólares que serán destinados a fines filantrópicos.
En un comunicado, Christie’s no detalla las obras que se pondrán a la venta, aunque acompaña el texto con una fotografía del cuadro de Paul Cézanne “La montagne Sainte-Victoire”, pintado entre 1888 y 1890, y asegura que los trabajos de la colección abarcan un periodo de 500 años de la historia del arte.
“La figura inspiradora de Paul Allen, la extraordinaria calidad y diversidad de las obras, y la dedicación de todos los ingresos a la filantropía, crean una combinación única que hará de la venta de la Colección Paul G. Allen un evento de una magnitud sin precedentes”, aseguró el director ejecutivo de Christie’s, Guillaume Cerutti.
La casa de subastas aseguró que el valor de la colección superará los mil millones de dólares por lo que “será la subasta de arte más grande y excepcional de la historia cuando se venda en el Christie’s Rockefeller Center en noviembre de 2022”.
Además, insistió en que la recaudación se utilizará para fines benéficos por deseo expreso de Allen.
Allen, nacido en 1953 y fallecido en octubre de 2018 a los 65 años de edad, tenía una fortuna de 21.700 millones de dólares cuando falleció, según la revista Forbes y era la cuadragésima cuarta persona más rica del mundo.
Pese a permanecer siempre a la sombra de su socio y amigo desde la adolescencia, Bill Gates, Allen era un apasionado de la informática y fue una figura clave en la creación de Microsoft en 1975.
Con el dinero logrado con la empresa de software, Allen creó junto a su hermana Jody el conglomerado Vulcan Inc, con sede en Seattle, que se encarga de gestionar sus inversiones privadas y sus tareas filantrópicas.
El cofundador de Microsoft era también dueño de un equipo de fútbol americano profesional, los Seahawks de Seattle; de uno de baloncesto, los Trail Blazers de Portland; y propietario parcial de uno de fútbol, los Sounders de Seattle.
Su labor filantrópica incluía la creación de organizaciones dedicadas a la investigación como el Instituto Allen por la Ciencia del Cerebro, el Instituto para la Inteligencia Artificial y el Instituto de Ciencia Celular.