Nueva York (EE.UU.), 26 ago (EFE).- La polaca Iga Swiatek, número uno del ránking mundial, reiteró este viernes que no se siente cómoda con las bolas usadas en el Abierto de Estados Unidos en el circuito femenino, al lamentar que son demasiado ligeras, y prometió seguir luchando junto a la española Paula Badosa para que se cambien.
“Paula y yo seguiremos fieles a lo que dijimos, trataremos de explicarlo. En Cincinnati dije todo lo que quería, no me gustan las bolas, pero estoy aquí para competir y todas tenemos las mismas condiciones. Tenemos que adaptarnos”, dijo Swiatek en el día de medios previo al comienzo del Abierto de Estados Unidos, fijado el 29 de agosto.
“Es distinto para cada jugadora, pero ya dije lo que quería. Las bolas, después de unos golpes, se vuelven cada vez más ligeras”, prosiguió la jugadora polaca, que, al igual que Badosa, lamenta que las bolas del circuito femenino en el Abierto de EEUU son más ligeras y más difíciles de controlar con respecto a las del circuito ATP.
“Pero no me quiero enfocar demasiado en eso ahora, es lo que tenemos que hacer. Podemos hablar de las bolas, pero tenemos que adaptarnos”, afirmó.
El Abierto de Estados Unidos es el único ‘grande’ en el que se usan pelotas distintas entre el circuito masculino, el ATP, y el femenino, el WTA, con bolas más pesadas para los jugadores y más ligeras para las jugadoras.
No se trata de un problema nuevo, y varias jugadoras, incluidas Swiatek y Badosa, plantearon el año pasado a la WTA la posibilidad de cambiarlas.
A eso se sumaba además el hecho de que, hasta el año pasado, las bolas eran de marcas distintas dependiendo de los torneos.
En Washington se competía con bolas Penn, en Toronto con Wilson, en Cincinnati con Penn y el Abierto de Estados Unidos con Wilson. Este tipo de cambio también generaba problemas a las jugadoras, según opinaba Swiatek en Cincinnati.
Reconoció que pese a que le encanta participar en el Abierto de Estados Unidos, Nueva York no es una ciudad en la que le gustaría vivir cada día.
“No me gustaría vivir en Nueva York, soy una persona que necesita un ambiente más calmo. No es mi sitio favorito, pero el torneo es fantástico, tiene un ambiente distinto, incomparable con los demás eventos”, afirmó.
Se refirió además a la iniciativa benéfica en la que participó el pasado miércoles junto al español Rafa Nadal para recaudar fondos y ayudar a Ucrania.
“Ni me imaginaría jugar con Nadal, todo el evento fue fantástico, fue muy bueno recaudar tanto dinero, estoy feliz por haber participado en esa iniciativa”, dijo.
Expresó su respeto por Serena Williams, que encara con toda probabilidad el último Abierto de Estados Unidos de su carrera, y admitió que sigue siendo “surreal” verle en el Tour.
“Te enseña cómo usar tu posición de número uno, para intentar crear miedo en los rivales. No sé cómo me está saliendo eso, quizás lo sabremos en un par de meses o en la próxima temporada”, dijo.